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Categoría: Metáforas

La campana de cristal

Dedicado a un amigo, Joaquin Ledo.
El reo era conducido a empellones hasta el soleado patio, en el centro de este se erigía una inmensa campana de cristal en cuyo interior se podían observar todas las comodidades que podían ser posibles en una confortable casa, una cama de cristal con sabanas transparentes, la cocina y el refrigerador eran también traslúcidos, todo, hasta la ropa que iba a usar el reo era diáfana y dejaba calcular cual sería el resultado al ser usada, el reo se oponía ferozmente a ser trasladado pero la supremacía numérica del grupo de soldados que le custodiaba hacía imposible cualquier traba. Al lado de la campana estaba parado un hombre alto, todo vestido de negro, era el verdugo, que mantenía entre sus manos un grueso pergamino el cual se disponía a leer tan pronto el reo pudiera ser debidamente sometido.
Tan pronto el reo fue puesto de rodillas comenzó el verdugo su lectura:
- Reo, ¿Por qué estás aquí?
- Se me acusa de ser poeta Señor – contestó el reo
- No, gritó el verdugo, - se te acusa de intimar con tus lectores, bien sabes que nadie puede comprender el fondo del alma de un poeta sino otro poeta, a causa de ello tu debilidad ha empezado a circular entre el colectivo creando chismes y charrasquillos, has faltado el respeto a aquella mujer que te dio su amor, quien a sabiendas de que tu corazón golondrino no podría ser domado te aceptó, has faltado a otros que junto a ti brillan para dar luz a los mortales exponiéndolos a sufrir por tu error, por ello se te condena a vivir para siempre en esta campana, a través de ella podrás dar al mundo tu poesía, tus escritos podrán ser leído y tu podrás leer otros escritos, pero a ti se te niega de hoy y para siempre la posibilidad de poder intimar con aquellos que no pudiendo entender la fragilidad de tu virtud son capaces de regar por el suelo el fruto de tu esfuerzo.
Dicho esto el verdugo enrolló el pergamino y dando la espalda se alejó mientras el reo fue arrojado sin ninguna piedad dentro de la campana, desde entonces la gente puede ver hasta la más profunda intimidad del poeta pero no le pueden manchar con el uso del coloquio.
Datos del Cuento
  • Categoría: Metáforas
  • Media: 5.67
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Comentarios


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10 comentarios. Página 2 de 2
Angel F. Félix
invitado-Angel F. Félix 03-10-2004 00:00:00

De rodillas, a vuestros pies, El perdón yo os imploro, Por mi anterior traspiés Que me llena de desdoro (“La campana de cristal”, de Eddy García)

Jade_4
invitado-Jade_4 02-10-2004 00:00:00

Como siempre notable tus escritos, mas siento cireta pena por los poetas...

Lébana
invitado-Lébana 01-10-2004 00:00:00

Magnífico, los envidiosos se van a poner aún mas verdes

Celedonio de la Higuera
invitado-Celedonio de la Higuera 01-10-2004 00:00:00

Con el comentario de Lébana. Es un escrito excelente, original y para pensar. Saludos.

Aracelis Pocaterra
invitado-Aracelis Pocaterra 01-10-2004 00:00:00

¿Es acaso este escrito un tipo de despedida? Si han sido mis comentarios perdoname, me creí libre de criticarte, tu escrito es sin más una especie de queja... Además es bello, diez y mis felicitaciones..

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