La bruma cubre las azules aguas.
Camino descalza sobre las piedrecillas
quizás para amigarme con la vida.
Que me castiga con tu despedida.
No se porque aun no estoy acostumbrada
Si siempre será igual ya lo sabemos,
los tiempos jamás nos ayudaron,
quizás porque no lo merecemos.
Por eso cuando vienes me estoy yendo,
y cuando llego tú que ya te ibas,
si me llamas no estoy,
y si te busco,
justo ese día, no era el día.
Y así vamos tratando de salir de laberinto
pero todos los pasillos se entrecruzan,
y cuando menos lo pienso allí te encuentro,
eres mi oasis en medio del desierto.
Aunque me este prohibido hasta pensarte,
no he hallado aun la forma de olvidarte,
Y tu mirada que me traspasa la piel me esta diciendo,
que si afirmas olvido, estas mintiendo.
Sigri: Rítmica poesía. Cuando pequeñeses provocan una despedida, siempre habrá la esperanza de encontrarse nuevamente para saciar la sed de amar.