Quisiera comenzar diciendo algunas pocas palabras que mis labios no osan callar: no soy yo el que habla, no soy yo el que cuenta, no soy más que el que escucha la historia. He escuchado la Lengua Madre, y fue ella la que me habló al oído. Aún sin entenderla, la comprendía como si la hubiese utilizado desde mi nacimiento y fue ella la que me contó la historia...

Todo ciclo tiene su inicio, todo ciclo tiene su fin, aunque no lo parezca… simplemente porque todo ciclo culmina y comienza de nuevo, movido por el destino, una de las potencias más omnipotentes, más poderosa que la vida, más poderosa que la probabilidad, más poderosa que hasta la mismísima Gran Madre.
Las historias lo cuentan muy claramente, pues se dice que ha ocurrido en muchas ocasiones… el ciclo divino de la creación.
Nadie sabe como comenzó, y nadie tampoco tiene la certeza de si es real ó si es meramente una teoría convertida en leyenda, pero se dice que al inicio del ciclo, y a consecuencia del Ragnarok, quedan en el infinito residuos de energía de vidas pasadas que se unen en varios cuerpos, y por acción del destino, estas masas de energía chocan entre sí…
Sé que en éste momento te preguntarás de que se trata todo esto, pero espera y dentro de muy poco lo comprenderás…
El primer Ragnarok comienza cuando la tierra de Kaipoona está desolada, sin vida… el agua comienza a invadir la tierra porque no hay ningún ciclo que la contenga, no hay vida que la retenga. Es entonces cuando 12 masas de energía colapsan… Las dos primeras forman la Primera Semilla Sagrada, la Semilla Verde, destinada a originar la vida vegetal y a las razas hermanas de la vida vegetal, razas que dedican su vida a los bosques. Las dos segundas forman la Segunda Semilla Sagrada, la Semilla Blanca que origina un sinfín razas sin habilidades extraordinarias, como vosotros, los hombres, y como las razas guerreras. Las dos terceras forman la Tercera Semilla Sagrada, la Semilla Azul, que origina las razas de magia blanca. Las dos cuartas originan la Cuarta Semilla Sagrada, la Semilla Roja, que origina razas de magia negra. Las dos quintas forman la Quinta Semilla Sagrada, la Semilla Marrón, que origina un sinfín de vida animal, vida vegetal junto a la Semilla Verde, inferiores en conocimiento e inteligencia, pero a veces superiores en potencia. Y ¿Qué ocurre con las dos últimas masas de energía? Colapsan mas no forman ninguna semilla, sino que el destino, guiado por Él, les otorga conocimiento y forman a la Gran Madre, regente de nuestra Kaipoona, aunque nunca más poderosa que su creador, no el destino, sino El Que Hace Que Llegue A Ser.
Éste es el primer Ragnarok. Así comienza el ciclo. Pero todo ciclo tiene su fin, y aunque su fin se remonte a millones de años, de 918 días cada uno, como en mi tierra, Kaipoona, se acostumbra; su fin llegará en algún momento, las fuerzas comenzarán a unificarse, los mundos paralelos comenzarán a unir su historia, su mente y su corazón y, según dice la leyenda, aunque ocurra años después de la unión de los mundos, el Segundo Ragnarok llegará y consigo las energías colisionarán de nuevo, la vida acabará por algunos instantes, sin dolor, sino mas bien con alivio, para reunir de nuevo las doce masas de energía que colapsarán y darán origen a una nueva vida… como la resaca antes de la ola, como la vida antes de la muerte...