Al sol el invierno
la hormiga sacaba
los granos recogidos
durante el verano.
A su puerta llama
una viajera casi desmayada.
- Hormiga, ¿no tenés
un poco de cebada
para esta hambrienta cigarra?
-¿Qué hacías vos
mientras yo "laburaba"?
-Cumbias y salsas
a los cuatro vientos
a viva voz cantaba.
-Ah, ¿ no querías "pachanga"?
-Si. Pero...
-No sigas, "chicharra" haragana
-Negra, no te olvides
que mi canto
alegró tus jormadas.
-Bueno, bueno, pasa
con trigo y con salsa
veamos al frío
pasar con desgana.
*Cada quien tiene una misión
a cumplir"
Felicidades por este hermoso cuento, que más que cuento es una fábula. He leido otras fábulas de hormigas y cigarras, siempre con el mismo final. Esta es otra versión con distinto final y muy verídica por cierto. Buena Moraleja!! Felicidades por superar el reto con ingenio. Alejandro.