Verónica era la chica más guapa del pueblo. Coen ella era imposible aburrirse, siempre estaba organizando planes. Por eso, cuando aquel año dijo que tenían que hacer espiritismo, casi ninguno de sus amigos rechistó, aunque a mucjos les daba miedo, y mucho menos Jose, que pensaba pedirle a salir ese año... Quedaron por la noche, en un descampado que todo el mundo decía que estaba maldito y Verónica empezó a imbocar a los espiritus. "¡Despertad, muertos!", gritaba. Como no pasaba nada, empezo a carcajearse. "¡Me río yo de maldiciones!", dijo. "¿No sabes que no debemos reírnos de estas cosas?", replicó Jose. "¿Es que tienes miedo?", le respondió ella burlona. Pero al llegar al pueblo, Verónica se dio cuenta de que en el descampado se le había caído su pañuelo preferido, y, sabiendo que le gustaba a Jose, le pidió que volviese a recogerlo: "Espero que no te asustes", dijo. Como él no quería quedar como un cobarde y sin impresionarla, accedió. Verónica por su parte, no se quedó a esperarle, y se fue a dormir a su casa. A la mañana siguiente, nada más despertar vio algo horrible. El espíritu de Jose estaba de pie junto a su cama con el pañuelo cubierto de sangre en la mano. "Toma tu pañuelo", dijo, y desapareció.
Verónica ya no es la chica más popular del pueblo. Completamente loca, pasará el resto de sus días en un manicomio...
La historia en la que has basado tu cuento, es " EL MONTE DE LAS ANIMAS " de Becquer. Creo que lo que has escrito es un poco pobre... Podías haber contado la original.