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Corrían los años sesenta, los Aventureros fueron los juguetes preferidos de Paco Botero durante esa parte la infancia que los piagetianos llaman la etapa de las operaciones concretas, entre los 6 y 7 años para acabar pronto y que tal gusto se prolongaría en él hasta bien entrada la adolescencia. Cada año pedía uno nuevo a los Santos Reyes, quiénes se congratulaban pues eran relativamente económicos comparados con los juguetes electrónicos y de gran difusión en los medios de comunicación durante toda la temporada decembrina. Al inicio, los aventureros eran una copia fiel de un “marine” norteamericano con uniforme militar y algunos aditamentos; con el correr de los años estos se fueron sofisticando y ya no solo había marines sino astronautas, hombres rana, camuflaje para el bosque y la selva, camuflaje para el desierto y muchos más, sin prescindir de nuevos y más variados aditamentos entre armas y equipo. Cabe mencionar, que a diferencia de otros modelos, los aventureros eran de una fabricación perfecta, el rostro era el de un artista de cine de Hollywood y el acabado no se diga, el ropaje estaba perfectamente terminado, las prendas tenían botones diminutos y cremalleras. A Paco le llamaba mucho la atención uno de los aventureros que tenía la barba de candado color zanahoria y cómo le gustaría ser como él! , poseer además ese uniforme y toda la clase de equipo que venía con él, hasta una pequeña cantimplora de aluminio como las de a de veras.
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Los tiempos de la infancia y la misma adolescencia se habían quedado atrás, Paco Botero era alumno regular del tercer año de preparatoria, a un paso de la Universidad y se había aficionado a la lectura, quizá por influencia de la profesora Eugenia con quien había cursado literatura Iberoamericana y que ahora enseñaba literatura contemporánea. La profesora señalaba que había que leer 6 libros cuando menos, durante el primer semestre con sus respectivos comentarios y reflexiones personales para tener derecho a acreditar la materia. Además, había que estudiar matemáticas e iba a estar muy difícil el examen, y otras tantas cosas traían a Paco muy atareado y lleno de preocupación cuando llego a su casa, ese día ni siquiera atendió el llamado de su mamá para que concurriera a la mesa para la cena, sino que se fue directamente a su cuarto se desvistió y pronto estaba profundamente dormido. No supo ni cuanto durmió, la luz del nuevo día entraba tenuemente por la ventana, instintivamente se llevo las manos a la cara para frotarse los ojos cuando se percato que tenía barba y aunque le salía barba y bigote estos eran incipientes y además se había afeitado el día anterior y no era posible que en una sola noche le hubieran crecido tanto la barba como el bigote de la manera como se percato cuando se llevo las manos a la cara. Salto de un brinco de la cama y se dirigió al espejo de la pequeña cómoda que servía de mueble de tocador y en donde conservaba aquel aventurero que tanto le gustaba ya gastado y deslavado de la ropa por el paso del tiempo pero que había sido su primer arquetipo y por eso estaba allí, volteo la mirada al espejo y tenía la barba de candado color rojizo y se la froto y se dijo: estoy soñando! y sé que pronto voy a despertar, vio más abajo y grande fue su asombro al ver que se encontraba vestido con aquel uniforme completito, no le faltaba nada, la chaqueta y el pantalón eran de tipo camuflaje de color verde y pardo, había un cinturón de lona con toda clase de aditamentos para la acción, poseía unas botas que incluían una pequeña daga oculta ¡no puede ser!..Esto es un sueño! y se pellizcó varias veces, se jaló la barba y el pelo y nada que despertaba. Muchas cosas le venía a la mente a Paco Botero, sin querer su cerebro lo llevó hasta las últimas lecturas de la clase de la profesora Eugenia, entre las cuales la clase comentó la triste suerte de Gregorio Samsa que amaneció convertido en cucaracha..No daba crédito a lo que estaba ocurriendo, pero al menos él no era un horrible insecto, sino la viva imagen de su ídolo de la infancia y de pronto su mente vago hasta esos días en que sus aventureros eran a menudo manipulados por sus hermanas pequeñas, porque al fin eran también muñecas para ellas y con frecuencia les quitaban las ropas y las lavaban y los volvía a vestir con el consecuente enojo de Paco Botero.
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También le vino a la mente, que una ocasión la mayor de sus hermanas le había hecho notar que sus aventureros no eran tan perfectos como él presumía, pues era cierto que cada detalle externo; los dedos de las manos, los ojos azules, los dedos de los pies eran una copia fiel de un ser humano solo que en pequeño y con fidelidad asombrosa,: a mí me regalaron un bebecito, dijo la hermana, y este tenía “pajarito” tus aventureros están completamente lisos al tiempo que le bajaba la ropa a uno de ellos y le mostraba a Paco la triste realidad y la risa de los demás miembros de la familia lo hizo sentirse muy molesto al tiempo que se le iba encima tratando de golpearla….De repente y .de manera instintiva se paro frente al espejo y se bajo el uniforme frente a él…..y estaba completamente liso… el sueño se había hecho realidad en su totalidad y en base a su héroe de la infancia tal cual…..en ese momento hubiera preferido con toda su alma la suerte de Gregorio Samsa, el personaje de Kafka, morirse o al menos despertar de aquello que parecía ser un horrioble sueño y empezó a darse de topes contra la pared que sonaba como a madera y no a cemento, cuando se percató que su madre lo movía suavemente y le decía que despertara porque se estaba golpeando contra la cabecera de la cama seguramente víctima de una terrible pesadilla y a causa de tantas preocupaciones escolares……….
Arhat2340. Enero 2012.