Tenia el mundo en mis manos, mi propio mundo lugar calido y nocturno.

Cada noche de cielo limpio con luna llena y una lluvia interminable de estrellas fugaces.

Entre tantas noches de mirar el cielo a solas me enamore de un lucero el mas bello de todos, no hubo noche que no levantara mi cabeza al cielo para buscarlo.

Ese lucero embelezado conmigo y deseoso de entrar aun nuevo cielo, bajaba cada noche y me hacia el amor y luego con mentiras inventadas endulzaba mis oidos y partia hacia su cielo.

Era tanto mi amor y mi desesperacion por hacerlo mio. Que esa noche decidi quedarmelo,hacerlo mio para siempre y no dejarlo partir jamas.

Pero no era posible el lucero tenia su propio cielo y eso yo no lo podia comprender.
Llena de celos e ira comense a tratar de alejarlo de mi.

Comenze a despreciarlo e invente la palabra odio.

Con mi nueva palabra llamada "Odio" decidi dormir.

Y asi fue como mi dolida noche termino.

Sin tener mas noches con mi lucero , desesperada decidi inventar el dia.

Estaba tan acostumbrada a mis noches y a la luz de mi lucero que la luz cegadora del Sol aturdio mis ojos y comenze a llorar de dolor y desesperacion, no podria jamas acostumbrarme a esa luz.

Casi ciega vi un objeto flotar en el mar de mi vida, corri veloz tratando de encontrar algo que me regresara mi noche.
Tenia la vista fija en esa nueva cosa que navegaba en el mar de mi vida.

Tome aquel objeto extraño entre mis manos, lo abri y de ahi salio una nube grande y luminosa que al postrarse frente ami cubria el sol que quemaba mis ojos.

Entoces pense que aquella gran nube podria sustituir la noche y ayudarme a vivir en mi mundo descompuesto.

La nube dijo que siempre estaria ahi para mi, me seguia a todas partes y no dejaba que el sol me quemara.

La Nube se regalo conmigo y me senti halagada al saber que alguien queria pertenecerme y ser de mi propiedad, todavia el recuerdo del lucero me lastimaba pero pense que la nube cubriria el hueco del lucero y me haria sentir feliz, decidi subir al lucero y deje que el me mostrara su cielo, vi el cielo y no era el cielo que yo queria y mi lucero no estaba ahi.

Senti tanta pena en mi alma que comence a llorar y llorar sin parar, la nube desconcertada se torno gris y empapada con mi llanto comenzo a filtrar mis lagrimas hacia la tierra convirtiendolas en lluvia.

Fue asi sin quererlo que invente la lluvia.
Mi mundo desde entonces es gris, no hay mas noches de luceros y los dias son siempre nublados y lluviosos.

Un consejo te doy , si amas un lucero y no lo puedes atrapar, aceptalo lejos, no busques soles deslumbrantes, ni trates de buscar nubes para cubrirte los rayos insoportables del sol.

Cada vez que veas llover, es porque estoy pensando en mi lucero, No importa que tenga una nube de mi propiedad, Es tanto mi dolor por no tener mi lucero que la unica manera de llegar a el es pormedio de mis recuerdos, los cuales siempre terminan en lagrimas y las lagrimas en lluvia.

M. Ortegon