Hoy ya solo eres un recuerdo, leía aquellas cartas que jamás te di. Estaban en una caja, una que tenia llave. Sabes, prometí que jamás la abriría, pero algo en mi me dijo, “el esta pensando en ti”, y bueno, abrí. Estaba una foto tuya cuando tenias trece años, detrás decía, “Te quiero. Jamás te olvidaré.”.Debajo, un cassette, nunca lo escuche, no tenía el valor para hacerlo en ese entonces y tampoco lo escuchare hoy. A un lado estaba el slam que llenaste. Ese recuerdo que me dejaste, diciendo que no lo mostrara a nadie, pero yo de vengativa, lo hice, maldita sea, como era de inmadura, ¿cierto? Encima había una caja más pequeña y larga, estaba llena de cartas, cartas de disculpa, de arrepentimiento, de dolor, desconsuelo, etc. Tengo aun aquel anillo que me diste, ahora ni antes hubiera tenido valor en las joyerías pero para mí tiene muchísimo valor.
¿Por qué lloras?
Lloré, lloré mucho tu partida, no hubo adiós, ni una sola palabra que explicara él por que de tu adiós, ni una sola palabra que explicara el dolor que sentía, y yo, y yo me fui lejos. Solo nos miramos fijamente y nos alejamos poco a poco, tu no hablaste y yo tampoco. Nunca llamaste, yo te llamé y tu no me quisiste contestar. Te quise odiar pero no puede. Traté de olvidarte, solo Dios sabe todo lo que hice para olvidarte y rehacer mi vida pero no lo he logrado. Oh demonios, talvez fue culpa mía talvez te cansaste de mí o jamás me has amado como yo a ti.
Oye...
Espera aun no he terminado. Mejor no, habla, habla...
Disculpa si no te hablé antes, discúlpame por favor, te hubiera llamado pero aquel papel donde escribí tu teléfono lo rompí, lo rompí cuando hice aquel juramento estúpido. Han pasado los años casi 13 años yo soy un ingeniero y tu una excelente abogada. Estoy realizado pero no soy feliz y creo que no lo seré jamás, es decir, tu y yo nos separamos por pensamientos talvez estúpidos de adolescentes, y a pesar que fue el primer amor para ambos, no lo hemos podido olvidar, ni tu ni yo sabemos por que, pero talvez fue, por que nunca cerramos el libro, nunca le pusimos fina nuestra historia, jamás completamos el curso, no hubo un final, tampoco hubo un comienzo, lo sé, pero talvez sea por eso que ninguno de los dos obtuvo felicidad completa. No contesté tu llamada, es cierto, pero lo hubiera hecho, si hubieras ido al dia siguiente, si tu hubieras ido a la cita...
¿Cuál cita? No entiendo...
Yo si, jamás escuchaste el cassette, ¿verdad? Ahora me voy, no te preocupes, no volveré molestarte, no llores mas por favor, que para lagrimas, ya son suficientes las que por ti yo he derramado. Fue lindo conocerte, fue lindo saber que a pesar de todo no nos odiaos, que al contrario la lejanía sirvió para amarnos mas, Adiós, fue lindo amarte, créeme, yo por mi parte aun te amo, y no se cuando dejaré de amarte, Adiós.
Aun recuerdas esos versos de Garcilazo. No te vayas, no me vuelvas a dejar, por favor, yo también te sigo amando, no me dejes igual que hace 13 años, te odiaría por eso, pero no lo he hecho, me fui lejos para olvidarte y te aun te amo, pero si tu te quieres ir, no lo voy a impedir, no te vayas,... no otra vez... que tengas mucha suerte, mucha suerte...
Luego de eso me apartó las lágrimas y me besó, por primera vez, nuca me había besado cuando éramos niños, pero lo hizo cuanto yo tenia 25 y el 26, luego se fue. Lo vi alejarse poco a poco, como hace trece años, no podía verlo, quería correr pero no se atrevía, ¿lo dejaría partir? Se pregunto, no, esta vez él no se iría. Corrí lo detuve, él me miró un poco sorprendido, nos abrazamos, me miró, el también estaba llorando, bueno me puso una tarjeta en el bolsillo de la blusa. Empezó a llover.
Perdóname
Se marchó. No tuve fuerzas para seguirlo. ¡Maldita sea! Lo volví a perder, las lágrimas me traicionaron y lloré, luego tome el cassette y lo escuché, decía:
“Hola Nadir, quisiera saber, lo que en realidad piensas, estoy muy dolido contigo, te dije claramente que no le dieras el slam a nadie, pero claro tú no me hiciste caso, eso ha traído muchas consecuencias, mi mejor amigo se ha peleado conmigo, es que acaso nunca pensaste en el daño que ibas a causar, pero como siempre las mujeres creen que con llorar solucionan todo, tus lágrimas a mi no me convencen, chiquilla, no me convencieron, pero sabes algo, quiero hablar contigo, que tal si nos vemos el sábado a las 3:00 PM”
Miré lo que tenia en la blusa y me di cuenta que era una tarjeta de presentación, corrí y lo busqué, en la puerta de su casa no había nada, toqué y toqué pero nadie me abría así que decidí esperarlo, y como estaba lloviendo, me mojé aun mas, me quedé dormida y cuando de pronto, me sentí calientita, estaba en la cama de él arropada, y durmiendo.
Lo siento, decidí subirte a mi cuarto por que es la única habitación disponible por el momento, pero si te dejaba en la puerta, te hubieras muerto de frío.
Gracias, yo...
Pero él no me dejo hablar, me dijo que me durmiera y así lo hice, al día siguiente, hablamos, ya arreglamos todo, decidí regresar de Puerto Rico definitivamente y volverme a asentar aquí en Perú, por fin todo era como yo quería.