Una tarde de primavera, me sentía morir,
pensaba que nada en esta vida tenía sentido,
que mi existencia aquí no era necesaria...
que todo estaba perdido...
Sentía mi corazón abatido
me sentí como...
"EL ANGEL CAIDO"
Sola y sin ánimos para seguir luchando,
De repente, por mi ventana vi caer algo...
...no le di importancia...
pero algo me impulsó a mirar por ella,
y allí estaba...
caído... sin vida... un pajarito exótico,
algo me dijo que tenía que ir a su encuentro...
Sin pensarlo, bajé corriendo hacia la calle,
lo tomé en mis manos,
...aún estaba caliente...
Entonces pensé que era una señal,
que aquel pajarito no era como los demás,
en él había algo espiritual.
Arropado entre mis manos, lo subí a casa,
le quise hacer un entierro digno
y un lugar de descanso, en el cual estuviera a gusto.
Cogí la mejor maceta,
la llené de tierra,
e hice un lecho de arroz y hojas de hierbabuena,
en él recosté al pajarito,
me pinché un dedo y dejé caer en su corazón
una gota de mi sangre
para así estar siempre unida a él...
lo cubrí con flores y hojas
y planté un rosal encima.
Le recé y pedí su descanso eterno,
ese día decidí, que él sería mi Angel
Y cuidaría el Rosal, por encima de todas las cosas
pues si no lo cuidaba, no saldría bien parada...

"El Rosal Está Precioso"

Tal cual cuido el rosal...
con el mismo amor
le rezo al pajarito...
a mi "ANGEL CAIDO"

Agua Viva