Tengo tantas ganas de reír, de saltar, de gritar una y mil veces que te AMO, que te necesito, que te EXTRAÑO... Pero sé que es poco con respecto a lo que estoy sintiendo, no puedo explicarlo.
Ya no puedo contener esta alegría que me invade el alma, que sólo piensa en vos y en nuestro nuevo encuentro, si Dios quiere, en dos meses...
Te vuelvo a repetir que nunca sentí lo que siento en este momento, lo que siente mi mente, mi corazón y todo mi cuerpo... Es algo muy raro, pero hermoso, lindo, maravilloso como vos, mi vida, por dentro y por fuera.
No logro poner mi atención en otra cosa que no sea recordar cada momento vivido juntos, cada palabra pronunciada, cada caricia, cada beso... Te ansío, te sueño, te pienso, te DESEO profundamente.
Fue tan triste la despedida cuando me alejé de tu lado, porque fui yo la que partió y fui yo la que te vió cada vez más pequeño saludando, observándome...
Ya no puedo contenerme, estamos a kilómetros de distancia, y sin embargo te puedo SENTIR tan cerca... tan MÍO, que no hago más que confiar en todo lo que me decís y prometés.
TE AMO, ya no puedo ocultarlo, como tampoco puedo ocultar la marca que en mí dejaste la tarde que me amaste, la madrugada que te amé... la NOCHE en que nos AMAMOS.
TE NECESITO, y se nota, porque ya formás parte de mi ser, de todo mi espíritu. Y mis proyectos sólo se traducen a nuestro encuentro, a tu venida, ese es todo el futuro que tengo en mente... un futuro con vos, y nada más.
TE EXTRAÑO y no me quedan más palabras de felicidad para demostrarte y que te des cuenta que sos TODO para mí, que no cabe ningún otro pensamiento que adorarte, que esperarte mi amor... que sentirte entre mi piel como un aroma que se impregna entre la ropa, en la cama y más allá de mi cuerpo... y aún más allá de mi corazón.
Tengo ganas de caminar, de correr, de cantarte mis más románticas canciones, de escribirte mis mejores poemas, de tocarte al igual que a los acordes de mi guitarra y susurrarte al oído... Y estremecerme a un sólo suspiro de tu boca...