Hace unos meses que estoy trabajando en una agencia de viajes enseñando japonés. Es un trabajo divertido, en el que tengo contacto con personas de diferentes edades y con distintas formas de pensar...

Mi jefe es muy empeñoso en su trabajo, demasiado, diría yo... El atiende a todos los clientes personalmente, les aconseja sobre sus papeleos para la visa, ve si el pasaporte está en orden, además se toma la molestia de ir y despedirlos personalmente al aeropuerto... trabaja desde muy temprano y la mayoría de los días se acuesta pasada las 2am. Los sábados y domingos tampoco descansa, se encarga en poner orden en las clases, cumplir con sus compromisos etc... Siempre se mantiene ocupado.

En cambio los trabajadores de la agencia, con frecuencia se limitan a hacer lo que les ordena. A veces se queja, de que no son capaces de hacer las cosas por si solos y constantemente tiene que estar pendiente de todo lo que hacen. Cierto día después de dictar mis clases me dijo, "Me molesta ver que estén vagando, cuando pueden estar aprovechando el tiempo ordenando los papeles y datos de los cliente que están amontonados, o tratando de aprender computación que es tan necesaria y no saben manejarla o simplemente poniendo orden en la oficina, hay tantas cosas que hacer... las labores sobran, pero no pueden mover un dedo si no se los ordeno". El necesita que le alivien su carga ya que realiza casi todas las tareas, sin el, la agencia no marcharía... pero lo que hace la mayoría es sobre cargarlo.

Este problema no solo se ve en el trabajo, en la universidad, en los colegios... sino que es un problema mayor que incluye al país... El Perú no avanza por que no somos capaces de dar mas de nosotros mismos... Si tan solo fuéramos mejor organizados, responsables y tratásemos de aportar nuestro máximo esfuerzo, estoy seguro que todo sería totalmente distinto.

Cuando una sociedad deja de ser creativa, deja de buscar mejoras envejece en espíritu y poco a poco se desmorona. Eso es lo típico que ha pasado con las ex potencias mundiales, la gente se sintió satisfecha por su situación y dejaron de lado el espíritu trabajador que las generaciones pasadas tenían. Por ejemplo Japón, después de la Segunda Guerra Mundial se colocó en menos de 50 años entre las potencias del mundo. A pesar que solo tenía ruina, destrucción, un mundo totalmente devastado, lo lograron, realizaron lo que parecía imposible. Esto gracias, al espíritu de superación, trabajo y creatividad que tuvieron...

Pero hoy, a puertas del siglo XXI, han dejado la cúspide y en mi opinión posiblemente seguirán descendiendo, ya que las generaciones jóvenes están perdido los "valores"... La primera generación post guerra se sacrificó por dejarle lo mejora a los venideros. Observando a sus padres, los hijos aprendieron a amar y respetar el trabajo, la creatividad para aprovechar lo poco con que contaban y salir adelante ante cualquier situación. Pero los nietos encontraron un mundo totalmente reconstruido, donde todo abundaba, acostumbrándose a la comodidad, la vida fácil, la diversión... La mayoría se ha vuelto egoísta, se preocupan mas por la moda que por su propia familia, desconocen lo que es conciencia, sufrimiento, dolor... ya no se ve el sacrificio por mejorar el país, la sociedad...

Todos estos problemas, sumados a la alta competencia que existe por ganar un puesto de trabajo han hecho que muchos desistan a sus sueños, opten por lo mas fácil y escojan lo que les queda, ya no luchan incesantemente por alcanzar sus metas... Al no tener algo o alguien por que luchar, al no sentirse realizados, al solo buscar dinero para darse sus gustos, al no poder aspirar a mas, la vida se les convierte monótona y vacía... Como muchos peruanos dicen "las personas en las fábricas parecen robots". En estas circunstancias el rendimiento baja y la creatividad individual se desvanece.

Recién ahora entiendo el verdadero significado cuando dicen que los niños, los jóvenes son el futuro de una nación y con sus manos crean el mundo del mañana... estos al no tener mayores motivo para mirar hacia atrás, fijan su vista al futuro y al mismo tiempo, como no poseen nada que perder, solo tienen aspiraciones. No hay cadenas que los ate, su único deber es soltar sus alas y emprender el vuelo... Por eso la persona que renuncia a la aventura por la estabilidad y rehusan desafiar a la situación actual, pierden su juventud y se convierten en viejos insatisfechos... La edad en si, no tiene nada que ver, podemos ser ancianos pero mantener la juventud en el alma o ser jóvenes con el alma de viejos...

Podemos ser dueños de nuestro destino o esclavos de la vida. La diferencia radica en que el dueño se dedica activamente para mejorar y cuidar sus pertenencias, sus negocios, los sueños, la familia, la sociedad. No se pregunta por que tiene que hacer ciertas cosas, cuando otras personas no las hacen. Sabe que es lo mejor para el y su nación, sin que nadie se lo diga. En cambio un peón, no busca que hacer y se pasa cuestionando el motivo de sus tediosas labores, renegando, sin que le importen los demás. Si alguien no está supervisándolos, no mueven un dedo o hacen mal su labor... Por último quiero concluir con una pregunta clásica ¿Vives la vida o dejas que la vida te viva? en otras palabras ¿Eres el capitán de tu destino o un simple tripulante abordo que se deja llevar por la marea?

Kitsutani Kian Hernán

18 / 11 / 00