El viejecito, caminaba aquella tarde por el bosque.
Oía el trinar de los pájaros se extasiaba con las maravillas que iba contemplando a su paso, un estanque llamó su atención, estaba cubierto de nenúnfares planta que admiraba.
De pronto escuchó a una ranita que le hablaba con voz
debilitada; el viejecito se agachó y la cogió, la tenía en sus manos, la ranita lo miró con sus ojos saltones y le sonrió, empezó a contarle su historia.
Soy la princesa de un país remoto, tenía todo lo que pudiera desear, la malvada bruja envidiosa de mis encantos me hizo un hechizo y me convertí en una ranita.
Soy hermosa, erótica y sensual, diestra en todo los placeres de la carne y el amor.
Si tú quisieras ser mi amigo y me dieras un beso, yo dejaría de ser ranita y sería la princesa que antes era.
Te daré todo cuanto tú quieras, los goces y delites de mi voluptuoso temperamento y mi ardiente concupiscencia que pueda producir.
El viejecito, muy atentamente y con delicadeza la acaricia la ranita lo mira sorprendida, el viejecito se la echa al bolsillo.
Ella muy asombrada asoma la cabeza y la pregunta desconcertada. ¿Qué no me vas a besar? ¡No! responde el viejecito, a mi edad para que me servirías, es más divertido tener una ranita que hable en mis días de soledad, que tener que aguantar a una maniática.
La ranita le contesta ¿entonces no me quieres ayudar? para que pueda ser la pricesa que fui.
¡Pues mira! ya que tú no quieres librarme del embrujo cerraré mi boca y nunca más podrás oír mi voz.
El viejecito, la volvió a sacar de su bolsillo,
¿sabes lo que te digo? yo antes de encontrarte era más feliz que ahora, así que no me aburras más y déjame seguir mi camino y la echó otra vez al estanque, tú serás siempre una ranita encantada y tú un viejecito malo, que has despreciado mis encantos.
Pero lo que tú no sabes es que estoy viendo por allá a un opuesto joven que viene, ese si que me dará un beso y ya no me veré condenada a vivir en estas estancadas aguas, él si que aceptará todo lo que yo le ofrezco, volveré a ser princesa y viviremos muy felices.