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¡Vamos a Kenia! (Parte III de III)

- Eso espero. Mientras participemos de la ceremonia ya que no creo que se nos vuelva a presentar otra oportunidad como esta.
- Ni soñando, bueno creo que ni en un cuento de esos que escribe Norsi de vez en cuando.
- ¿Tú crees? Ya vez que cuando suelta la imaginación no tiene límite y nos ha metido en cada situación que mejor ni recordarlo.
- ¡Ja! Como aquella vez que te hizo hablar antes que nacieras.
- ¿Te acuerdas? Y cuando nos manó a aquella enorme e increíble biblioteca y solo porque en ese momento Él estaba precisamente en una biblioteca allá donde vive con Mami Kity y mis tías.
- ¡Aja!
La ceremonia fue espectacular como solo la naturaleza podría escenificar ya que realmente las sombras desaparecían para dar movimiento al cuerpo de la serpiente que se acoplaba perfectamente en tamaño y tiempo con la gran cabeza tallada en dura roca al píe de la escalinata.
El silencio se hizo impresionante aunque aún más portentoso fue la espontánea exclamación que unánimemente y a un tiempo y cual fenomenal explosión salió de las gargantas de toda la multitud como el agradecimiento retraído por larga espera de esos precisos y preciosos momentos.
La multitud inició un nuevo peregrinar ahora hacia el juego de pelota mismo que también deberían presidir.
Uno de tantos Grandes Sacerdotes de nombre Ah Xochil Ich, que significa “ojo o cara de lechuza”, siempre se mantuvo a su lado y fue él justamente el que se encargó de explicarles lo que significaba ese “juego”;
- El juego de pelota, es común en todos los pueblos del Imperio Maya y ha tenido su origen hace muchos solsticios y cumple una función ritual. Dos equipos que no siempre cuentan con el mismo número de jugadores variaba según la región. Se enfrentaban en una cancha cuyas medidas también eran variables, sin embargo, están frente a la más grande del Mundo Maya que jamás se ha construido.
Chellín calculó que debería tener unos ciento cuarenta metros de largo por treinta y cinco metros de ancho. Dos muros paralelos e inclinados corrían a lo largo del campo, uno frente al otro. En cada muro había tres discos, puestos a distancias iguales entre sí, a varios metros del suelo y perpendiculares a éste; eran los marcadores, o anillos de piedra.
Chellín recordaba que sus papás le habían contado alguna vez que ahí habían estado. ¿Pero cómo explicar en ese momento que ellos iban a estar en un futuro muchos siglos después? Mejor optó por ni siquiera comentarlo con Pame pues solo el recordar el meteoro que se presentó el día en que visitaron ese sitio, no podía imaginar lo que sucedería sí en ese momento se le ocurría a Zeuz soltar uno de sus afamados relámpagos o rayos sobre aquella multitud. No, no ni pensarlo. ¿Zeuz? ¿Por qué pensé en Zeuz? No se, solo se me ocurrió pensó para sus adentros.
Entonces el sacerdote prosiguió;
- El juego consiste en lograr que la pelota que llega a medir dos manos de lado a lado y a pesar más de dos medidas de maíz, golpease algún marcador o pasase a través de algún anillo, para lo cual sólo puede impulsar con los codos, las rodillas y las caderas.
La explicación aunque sucinta fue clara y atrajo la atención tanto de Pame como de Chellín, tanto que no se percataron de que el juego ceremonial había dado inicio desde ya algunos minutos.
- Dime Ah Xochil Ich ¿Cuánto tiempo dura el juego?
- Habitualmente, el juego termina luego de la primera anotación.
- ¿Y cuánto es eso?
- El solsticio pasado duraron siete días con sus noches antes que acertaran a introducir la pelota.
- ¡Ups! ¿Siete días con sus siete noches? ¿Y aquí debemos estar los dos?
- ¿Los dos? ¡Todos! Nadie se mueve
- ¿Y la comida? ¿Es que no piensan comer?
- Si claro en estos momentos sus sirvientes ya traen las jícaras con bebidas y alimentos, ya traen maíz, tortillas, faisán, venado, fríjol, calabaza, cacao, chocolate, plátanos, guayabas, sirocotes, granadillas y las bebidas sagradas balché y salká que solo ustedes beberán ya que solo su puede ser ofrecida a deidades como ustedes.
- ¿?
Mientras el juego ceremonial transcurría escucharon a varios poetas declamar sus versos. Lo extraño es que se encontraban al lado opuesto de la cancha a unos cuarenta metros de distancia y sin embargo los escuchaban perfectamente. Uno de ellos se expresó de la siguiente manera;
"Hachakyum, dios de los dioses, creó los cielos y las selvas.
En el cielo sembró a las estrellas y en la selva plantó los grandes árboles.
Las raíces de todas las cosas están agarradas de la mano.
Cuando cortan a un árbol en la selva, una estrella cae del cielo"
Degustaron de varias viandas ya pesar de que el juego ceremonia estaba en toda su emoción, no fue posible que se mantuvieran despiertos y en pocos instantes se sumieron en un sopor arrullados por el murmullos de los espectadores que no eran muy diferentes a los que asisten a los juegos modernos allá en el Estadio Azteca o en el Metro Dome.
Ambos inclinaron sus cabezas uno hacía el otro y al iniciar una reparadora siesta se vieron despertados por tremendas sacudidas que hacían que sus tronos se movieran como cual embarcaciones en medio de colosal tormenta.
Pero no había ninguna embarcación, ni tormenta alguna, estaban montados sobre un elefante.
- ¿Un elefante?
- ¡Si! ¡Un elefante!
- No por favor Norsi, otra vez no. Que no sea un sueño. Por fa, por fa.
La realidad es que en esta ocasión el viaje por el tiempo no había sido tan traqueteado pero si que estaban montados sobre un elefante en vertiginosa carrera.
Escucharon grito en Swahili que es el idioma que se habla en . . . ¿Kenya?
- ¿Kenya?
- Si aunque alcanzo a entender algo de Maasai , Rendille , Oromo y Somalí que también se hablan en ¡Kenya!
Gritaban;
- "mojad", "mbili", "tatu", "nne", "tano", "nane", "kumi", "sita", "saba" y "tisa".
- Están contando, alcanzo a entender del uno al diez aunque en desorden, unos son de origen Bantú y otros de origen árabe.
- ¿Y nosotros que hacemos en Kenya? ¡Chellín, te dije que no pensaras siquiera en algún otro lugar diferente a donde estábamos! ¿Qué es esto?
- Mejor agárrate que vamos a salir botando.
- Chellín, te dije que no pensaras
- ¡Agarrante Pame!
- Esto es un juego muy parecido al Polo pero en lugar de caballos estamos montados en elefantes.
No bien pasaron algo así como veinte minutos cuando al fin se dejó escuchar el sonido grave de un raro instrumento formado básicamente por un largo cuerno retorcido ejecutado por un impresionante moreno de no menos dos metros de estatura ataviado con solo un llamativo taparrabo, (Aclaración lo de vistoso era por los colores y no por otra cosa), El instrumento aquel del que nunca supieron su nombre estaba adornado con atractivos cordones en color rojo rematados en impresionantes herretes seguramente de oro.
En ese momento se escucharon fanfarrias de llamada de atención para todo el publico y es que se trataba de premiar al equipo que había resultado ganador en ese rápido torneo que en realidad no había tenido nada de rápido ya que había durado casi dos semanas y para esos momentos todos los participantes así como los mismos aficionados que atiborraban las tribunas del lado norte ya que el lado sur era aprovechado un natural anfiteatro formado por una ligera colina que daba cabida a mas de cinco mil espectadores.
En un momento dado inició lo que primero fue un susurro y que fue creciendo hasta convertirse en una autentica gritería.
Pame y Chellín no daban crédito a las voces, pero efectivamente decían;
- ¡Pame, Chellín! ¡Pame, Chellín!
Y claro que no salían de su asombro ya que no entendían el por qué de los vítores hasta que Jomo Kenyatta, organizador de esos festejos los conminó a saludar y responder a las aclamaciones del público en general, todos reunidos con el mismo fin, reconocer a los héroes de la tan aciaga jornada.
- ¡Vamos, saluden! Ustedes son los héroes todo Kenya los adora, pasen por aquí para ser recibir los honores a los que se han hecho acreedores y vaya que si que los tienen merecido.
- ¡Saluden, saluden!
A Pame y a Chellín no les quedó mas alternativa que levantar ambos brazos y sonreír aunque no entendían el por qué.
Jomo Kenyatta profesor de la única Universidad no tan solo en este país sino que en toda África les explicó;
- Kenya seguramente es la cuna de la humanidad, el hogar, hace más de tres millones de años, del Homo habilis, del que desciende el actual Homo sapiens. En tiempos mucho más cercanos, para muchos pueblos, desde hace más de 3.0 años, Kenya ha venido siendo un lugar de llegada, de tránsito o de inicio de numerosas migraciones internas y hacia los lugares más lejanos del continente africano.
- Durante siglos, la región fue una de las más prósperas gracias a sus constantes relaciones comerciales con las flotas árabes del Océano Indio. En el siglo XVI, otros comerciantes, esta vez europeos comienzan a acercarse a sus costas. A partir de ese siglo comenzará la pugna entre árabes y portugueses por hacerse con el control comercial. Pero hacia 1720, los portugueses desistieron del empeño y el sultanado de Omán volvió a recuperar su anterior predominio.
- Un siglo más tarde, en la década de 1820, los británicos en competencia con los alemanes, conseguirían sentar las bases para la que sería segunda colonia en importancia del imperio británico. Con la oposición y resistencia armada del pueblo Maasai, hacia 1890 los ingleses consiguieron imponerse y ocupar la mayor parte del país, llevando a cabo la realización de la principal infraestructura necesaria para la explotación del país, esto permitió la instalación de numerosos colonos europeos que fueron arrebatando y echando de sus tierras a los pueblos autóctonos.
- Muy interesante.
Escucharon con mucha atención y verdadero interés y aunque Jomo demostraba ser un verdadero erudito, tanto Pame como Chellín no se atrevían a soltar una serie de preguntas.
- Me imagino que por la cara de incredulidad que aún no se creen ni dónde están.
- Pues si.
- Efectivamente.
- No me vayas a decir que estamos en . . . ¿Kenya?
- Si efectivamente esto es Kenya y celebramos que por fin nos hemos liberado de la tutoría inglesa y por fin somos un país libre y nunca jamás una colonia y es por eso que este festival se ha celebrado en honor de todos aquellos en una u otra forma han dado su vida por la tan anhelada independencia; Sayid, Tom Mboya, Arap Moi siempre serán recordados por su valentía y por haber sido los precursores de la Independencia de nuestra amada Kenya.
- Si, si esto está muy bien pero dinos; ¿Qué hacemos nosotros aquí?
- Ja, ja, ja. Sonrío Jomo. Es que no habría sido un festejo completo sin la presencia de los afamados jugadores campeones mundiales del Elefanpolo.
- ¿Elefanpolo?
- Si esto que acaban de demostrar no lo podría haber hecho ninguna otra persona en el mundo.
- Pues vaya y que si debe de haber sido una jornada nada tranquila ya que creo no poder sentarme en varios días.
- ¿Días? ¡Semanas!.
- Bueno Pame lo mejor es que ahora no estuvimos tan acechados.
- Aja
- Y creo que esto promete será divertido.
- Eso espero porque lo que es con los Siete Sabios de Grecia como que no les entendí nada.
- Lo bueno es que no nos encontramos con Arquímedes ya que no evidentemente las matemáticas son mi fuerte.
- Y que me lo digas a mi.
- ¡Para eso se inventaron las Calculadoras y las Computadoras! ¿No crees?
- ¡Claro!
- No se cómo se empeñan en enseñar tantas cosas que creo nunca vamos a ocupar.
- Eso no es nada, fíjate que mi maestra de sexto año se imponía para que aprendiéramos a conjugar los verbos usando el Vosotros.
- ¡Hazme favor! ¿Cuándo lo usamos? Eso dejo de usarse casi desde tiempos de nuestros abuelos.
- Pero ahí tienes a mi queridísima profesora con sus ideas.
- Bueno pero dejemos esos tópicos no tan agradables y sigamos a Jomo, ya ves como se ha portado tan propio, tan atento, tan fino, tan educado, tan respetuoso, tan simpático pero sobre todo tan amable.
- Si, tienes razón, sigámosle.
Jomo había adelantado unos pasos y al final de un largísimo pasillo empezó a bajar por una escalera que se adentraba en una especia de túnel un cuanto tanto oscuro.
Después de unos pasos la figura de Jomo literalmente desapareció.
Al fondo del pasillo, Chellín notó el titilar de lo que pensó era una antorcha, sigilosamente se acerco y al querer tomarla, accionó un pequeño botón y de pronto . . . se encendió una lámpara que iluminó profusamente el sótano donde habían planeado bajar a buscar algunos enseres propios para el campamento al que Pame había llegado a invitar a Chellín.
- ¿Pame?
- ¿Chellín?
- ¿Siempre hemos estado aquí?
- ¿A qué te refieres?
- Lo de Grecia, de Chichón Itzá y de Kenya, ¿Ha sido un sueño?
- ¿Sueño?
- Aah, blup, gur, pues . . .
En eso se escuchó la llegada de Alberto y Ángelita que regresaban de hacer algunas compras.
- Papá, Mamá, Pame ha venido a invitarme a un . . . ¿Un qué?
- ¡Un campamento!
- Ah si, un campamento
- Ah, muy bien y dónde va a se ese campamento
- En Kenya
- ¿Kenya? Eso está muy lejos.
- No chellín. Dijo Pame. No se de dónde sacas Kenya, el campamento será en El Ocotal.
- ¿El Ocotal? ¿No dijiste Kenya?
- ¡No! El Ocotal es un parque muy grande donde hay muchos pino “Ocote” y de ahí viene su nombre, en el día el clima es muy templado pero en la noche baja mucho la temperatura por lo que tenemos que llevar ropa abrigadora y tiendas de campaña y nuestras bolsas de dormir y comida. Ahí vamos a ver muchos conejitos y muchas ardillas como las que vemos aquí por tu casa.
- Tíos, verdad que si le dan permiso
- ¡Claro que si! Siempre que vayas tú.
- Claro que iré, sino, ¿Para que vengo a invitar a Chellín?
- Pues si, ¿Verdad? Bien vayan al sótano a ver que les puede servir y me dicen para ir de compras por lo que les haga falta.
- Aaah, blup, gur, ¿Al sótano?
- Mejor bajamos después de comer. ¿No te parece Chellín?
- Si, creo que es lo mejor
Voltearon a verse y soltaron una carcajada que solo ellos entendieron.
- Bien, entonces mientras mamita prepara la comida, los invito ver una película que alquilamos en el Blockboster
- ¡Bravo, bravo!
- ¿Cuál es? Préstame su estuche
- Lo dejé en la sala, se llama “Aventuras en Kenya”
- ¿Kenya? No gracias, mejor vamos a estudiar matemáticas.
- ¿?
Y salieron disparados hacía la recamara de Chellín a supuestamente estudiar entre risa y bromas.
- ¿Qué ves Pame?
- Estos folletos de la Ruinas de Machu Pichu
- ¿Y eso dónde está?
- En Perú
- No Pame, no por favor.
Datos del Cuento
  • Categoría: Infantiles
  • Media: 5.73
  • Votos: 75
  • Envios: 1
  • Lecturas: 5783
  • Valoración:
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