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Categoría: Urbanos

¿faltaron optalidones?

Siempre supe que el dia que me casara sería el día mas horrible de mi vida.
Siemptre supe que me casaría gracias a la hipoteca, a la presión y al miedo.
Mi boda fue tan horribles como todas las bodas. Mis pies latían en mis zapatos como la cocaina latia en mi cabeza.
Hubo presentación en power point. el director, su hermano, funcionario de hacienda zoofilico en su tiempo libre, en el trabajo internauta, y en mi boda,guionista director y montador de la vida Julia, mi señora.
Tuve mi momento de glória, cuando Jony, el portero, que es a ratos pinchadiscos, y que compró la mesa de segunda mano a su primo que es granjero y que en el verano suelta el tractor y saca el "mixer" los platos y el microfono y "gira" por las berbenas, Dj "el burrito de cádiz".
Mi gran momento fue ese momento en que todo el mundo se aparta y tu, en este horrible caso yo, bailas un bals con la novia.
Recuerdo mis años de universidad, recuerdo a mis amigos bailando con las estrechas de las ahoras sus mujeres, yo en la barra, bebiendo rones, comiendo cocaina, y ahogando mi torpeza en optalidones, las pastillas de adelgazar de mi madre.
En mi boda no hubo optalidones, ni una barra a la que huir, de todo aquello, solo la cocaina.
200 personas where keeping their eyes on me, mi señora sonreía como sonreía mi prima Matílde en su primera comunión.
Jony el portero tenia preparado el bals del anuncio de celgán. y ahi, sin salida, sentí como venia la oleada de lo inevitable. Agarré a mi señora por la cintura, apreté su dedo gordo con la palma de mi mano, y empecé a dar vueltas como da vueltas una noria ovalada.
El miedo y la inseguridad empezaron a desaparecer con las primera risas, dando paso a la ira, a una temperatura corporal desproporcionada, y a que la cocaina dueña y señora de mi sistema nervioso segregara un sudor muy frio.
Paloma, mi amante a ratos libres, fue la primera que con su marido Mike, que conbatió en Viet-Nam, y al que una mina antipersonas le sustitulló su pene por un tubo, acudió en mi auxilio, uniendose a mi baile.
Progresivamente todos rellenaron el hueco de la pista, Jony el portero, mezcló el bals del anuncio de Celgán con los Gipsy Kings.
La decadencia, tocó el filo de la locura, y oleadas de incontenida y desproporcionada humillación doblaron todos los clips que sostenian las normas de lo que yo crei normal, y mis buenos quehaceres.
Mi suegro vino en busca de mi señora, y allí se quedaron, bailando en medio de la pista, con los sentimientos a flor de piel.
Mi suegro, ginecologo, fan de toda puta que pudiera sacarle lo que ganaba en una semana, en 35 minutos, divorciado tres veces y casado cuatro. Sus tres exesposas cubanas ahora nacionalizadas en españa, capaces de sacarle en toda una vida, lo que ganará, en toda su vida.
y así, ahogue mis penas en rones, mi verguenza en cocaina, y salí al salón de bodas y comuniones de la casa de campo "Alta mar" y retoqué los ultimos detalles de mi contrato de por vida con el diablo.
Datos del Cuento
  • Autor: logboy
  • Código: 8584
  • Fecha: 23-04-2004
  • Categoría: Urbanos
  • Media: 5.37
  • Votos: 54
  • Envios: 0
  • Lecturas: 4639
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