¿Recuerdas a Osete y Osito Pablo? ¿Sí? Pues nuestros amigos Osete y Osito están punto de vivir su primera Navidad, al igual que tú, hijo.

Mamá, ¿Qué es la Navidad? –preguntaban Osete y Osito una y otra vez

La Navidad es una época mágica niños –respondía mamá.

-¿Mágica?

-Si niños, mágica. Y dentro de poco descubriréis el porqué.

Papá Oso había ido a buscar a la tienda del Señor Castor un bonito abeto de Navidad.

Mamá Osa cocinaba el rico salmón que cenarían esta noche y un agradable aroma inundaba todos los rincones de la casa.

Osete y Osito estaban muy emocionados. ¡Era su primera Navidad!

-¿Mamá, mamá? ¿Podemos ir a jugar? Preguntaron a mamá

-Sí niños. Pero no olvidéis abrigaros bien. Fuera hace mucho frío.

Osete y Osito miraban sorprendidos a su alrededor. Todo el bosque estaba decorado con bonitas luces de colores y motivos navideños.

El señor Conejo asaba castañas. Osete y Osito no sabían que eran las castañas pero de lo que estaban seguros es que debían de estar riquísimas porque olían muy bien y muchos de los habitantes del bosque hacían cola para comprarlas.

Los hermanos Cervatillo cantaban villancicos de puerta en puerta. Los vecinos les ofrecían dulces de Navidad y otras viandas.

¡Osete! ¡Osito! Entrad en casa, que vamos a decorar el árbol de Navidad –les llamó mamá.

El árbol había quedado realmente precioso. ¡Qué felices estaban!

Después de haber dado cuenta de una opípara cena y con la barriguita llena Osete y Osito se pusieron el pijama y se dispusieron a  ir a dormir, no sin antes haber dejado colgados los calcetines sobre la chimenea con la esperanza de que al día siguiente estuvieran llenos de golosinas.

¡Niños! ¿No se os ha olvidado algo? –preguntó mamá Osa

¡Ostras! ¡No le hemos dejado nada de comer a Papá Noel!

A los pies del árbol pusieron un vaso de leche con miel calentita, calentita. Lo acompañaron de las galletas de mamá. También dejaron unos baldes de agua para los renos. Pobres, con tanto trabajo seguro que estarían sedientos.

Los primeros rayos de luz se colaron a través de la ventana despertando a los ositos.

Mientras se desperezaban mamá entro en la habitación.

¿No sabéis que día es hoy?-les preguntó mamá

¡Es Navidad! –gritaron al unísono

¡Oh! Papá Noel les había llenado los calcetines de golosinas. Y al pie del árbol había regalos y más regalos. ¡Qué emoción!

La bici de Osete. El patín de Osito. ¡Qué felicidad!

Niños mirad –les dijo mamá

Osete y Osito se asomaron a la ventana y contemplaron lo más bonito que jamás habian visto.

Todo el bosque estaba pintado de blanco. ¡Había nevado!

¿Sabéis ya por qué la Navidad es mágica?

Al igual que para los simpáticos Osete y Osito está será la primera Navidad de mi hijo y deseo que sea igual de mágica.

¡FELIZ NAVIDAD!