El sonido del tacón al caminar, y la profunda respiración, eran el único signo de que en el oscuro camino había alguien. La noche con sus estrellas y su luna creciente iluminaba tenuemente los alrededores, mientras que las espesas ramas de los árboles jugaban a dibujar tenebrosas sombras.
Las pisadas disminuyeron su ritmo incial, ahora iban lentas, como temerosas de ser descubiertas por alguién.
- Llegas tarde.
En las sombras de la noche se dibujó otra silueta. Era un hombre delgado que no superaba los veinte años, y junto a él llegaron las pisadas fuigitivas de una mujer.
- Mis padres tardaron estan noche en irse a dormir.Pero ahora dime ¿cuánto tiempo vamos a estar así?
- Si todo sale bien, en una semana podremos pasear juntos, ¡a la vista de todos!.
- Me resultaría extraño...- suspiró la joven con añoranza
El silencio de la noche inundó de nuevo el camino. Ninguno de los dos hablaban, pues les bastaba saber que estaban el uno junto al otro, las palabras sobraban en aquel momento. tras varios minutos, fue el joven el que rompió el silencio.
- ¿estas enfadada?
- no...
- quiero explicarte algo muy importante ¿me estas escuchando?
La chica giró la cabeza hacia él, como saliendo de un profundo sueño.
- Perdona, no te escuchaba.
- Eso ya lo noté- respondió en tono de broma. Solo quería decirte, aqui y ahora que te quiero.
- Ya lo se, me basta ver como me miras. Yo tambien te quiero, pero sigo sin entender...
-¿por qué nos ocultamos?
-si, pues llego a pensar que te avergüenzas de mi.
-¿de la chica más bonita?
-Pues explicame el motivo de esta extraña conducta- gritó incorporandose. Hace dos meses, en este mismo lugar, te pusiste de rodillas y me dijistes que me querías. Ahora te digo yo, si de verdad me quieres explicame por qué tenemos que vernos a escondidas. ¿Es que hay algo malo en que seamos novios? Mi madre siempre dice, que lo que se hace a oscuras y sin querer ser vistos tiene un fondo que no es bueno...
-No sigas.
De nuevo un largo silencio.
-No voy a salir más de mi casa a escondidas, me siento mal cada vez que lo hago, y si sigo haciendolo es por que sé que te quiero y porque no hago nada de lo que deba avergonzarme. Pero hoy te digo que si no me das una explicación, no volveré a salir por esa ventana.
El chico se incorporó hasta colocarse junto a ella,le miró a los ojos y le cogió ambas manos. Susurró unas largas frases a su oído, unas frases que nunca cayeron en el olvido
-...y necesitaba mantener lo nuestro oculto, para evitar que ellos acabaran con que siento por tí.
Ella le miró más allá de sus ojos y luego le besó.
-Deberias habermelo contado antes y no atormentarte tu solo por algo de lo que no eres culpable.
El con una sonrisa en sentido de agradecimiento le cogió su mano y comenzaron alejarse. Allí en la oscuridad, se levantaba el arbol que durante dos meses había sido tan visitado. Aquella sería la última noche que le visitasen, pues no se ocultarían más.
Mas, bajo la sombra de las ramas, y oculto por las hierbas, había una fotografía rota. Era de una joven de la que algún dia os hablaré...