¿Cómo? No, no !esa imagen! Ese corazón ensangrentado en la caja,!dios! Es ella, nooo, me lo advirtió y yo... Ahora lo entiendo, No... mi pecho no me duele, lo he cogido, se acabó colega, se acabó, de nada me sirve llorar.
Se incorporó en la cama, nublada la mente ya la visión, en una habitación de motel. Atinó de un modo casi divino con la puerta del cuerto de baño y descargó la pesadez del estomago en el retrete, vomita en arcadas intensas, mientras le lloran los ojos por el esfuerzo.
Despues de incorpora frente al esperjo, tono pálido mortuorio, ojos rojos y escozor en la garganta. Se sintió mareado, confuso y apenas si logró arrimarse a la pared para dejarse caer, resbalando elsudor frio de su espalada por los azulejos brillantes, se sintió nuevamente angustiado, como calustrofobico en aque espacio sin ventanas, reducido y cerrado, opresor.
Sus manos se frotaron las sienes con nerviosismo y al dejarlas caer sobre sus temblorosas piernas, las vio rojas de sangre, arcadas en sus muñecas el el rojo se hizo mas intenso y ya todo el suelo era rojo, se vió sentado sobre un cahrco de sangre, y la mampara cristalina de la bañera salpicada de huellas de manos sangraste, de roso resecado, de dedos que luchan por escapar y se aferrran al cristal, se mira angustiado las muñecas, abre el grifo y deja caer el fuerte chorro de agua fria sobre ellas y ve que no es su sangre, llena sus manos de agua y se inunda la cara de frescor, entonces trata de recordar... trata de analizar con esa clama tensa, de desprotección de sorpresa.