29/01/1956

Al fin llegó el día. Sí, ese día en que seré más que la mujer que está con un hombre, hoy es el día en que mi vida se entregará a él por siempre y a los ojos de Dios. Hoy es el día en que comenzaremos a sentir, con una alianza grabada con su nombre en mi dedo y otra con mi nombre en el suyo. Hoy comienzo a construir con mi marido. Es y fue el momento en que por fin vivía en un mundo familiar. Desde aquello pasaron ocho años de unión, desesperación, interminables esperas y algunas peleas, pero a pesar de todo estabamos colmados de amor y esto lograba mediar nuestro carácter.
Hoy no puedo expresar lo que siento, me embarga la felicidad pura y cristalina, aquella que nace del alma. Hoy en este nuevo día, hermoso y soleado, agradezco a la vida y lo que me ha dado: Un maravilloso marido que solo YO comprendo, aunque otros lo juzguen. Se que me ama
aunque en ocaciones su trabajo lo aleje de mi.

Octubre de 1961

Hoy me he enterado que dentro de mi crece este maravilloso cariño y amor, es una bendición difícil de creer ya que me han dicho que posiblemente sean dos. Si, YO seré madre, YO, después de tantos años de espera al fin puedo sentir vida dentro de mi. Gracias oh mi Dios, gracias por darme tanto y llenarme de tu luz con el regalo de la VIDA. Gracias por el hombre que has puesto en mi camino, gracias por los que comparten su cariño y felicidad conmigo.

14/6/62

Hoy es el día esperado, ya deseo que nazca y tenerlo entre mis brazos. Me siento cansada y asustada, demasiado impaciente, creo que explotaré. Se que mi marido está nervioso y ansioso al igual que yo. Sabemos que pronto tendremos en el regaso a nuestro pequeñito o quizas, ¿nuestros hijos?. Pienso en todo lo que haremos los tres juntos. Que felicidad, es demasiada bendición mi Dios. Gracias, gracias, muchas gracias ...
Antes de los 9 meses me dicen que mi niño corre peligro y a causa de esto me internan para adelantar el nacimiento.
Ya estamos en la clínica. Me siento cada vez peor, incomoda y el miedo se hace presa de mi. LLoro de angustia y desconzuelo porque temo por su vida que es también la mía. Pero vale la pena todo esto, despues recordaremos cada instante con una sonrisa en los labios.
Uff.. es hora que mi niño vea este mundo, es cosa de tiempo. ¿No se por qué me siento cada vez peor?, tal vez esto de la anestecia es así. Mi maravilloso consuelo es que todo, todo pasará pronto y luego querrán conocer a nuestro hijo. pero siento desvanecerme y no puedo evitarlo. Hay una cierta preocupación en esos rostros, son dóctores y saben como hacer su trabajo. Pero ¿por qué corren, qué pasa?. Es curioso, me siento liviana con una gran sensación de tranquilidad y veo lo que ocurre. ¿Cómo es posible si mis ojos están cerrados?... Ahí viene mi niñ..."NO" ES UNA NIÑA maravillosa y pequeñita, es muy pequeñita, demasiado. Ahí está mi querido cuñado: Dr. recien recibido. Él es un gran hombre, ha estado conmigo en toda esta travesía, protegiéndome y procurando que todo salga bien. Trato de decirle que tiene razón, que mi vientre carga una vida más. Es increible, es el día más feliz de toda mi existencia. Son dos niñas mías, son hermosas. Que lindas y pequeñitas, pero corren riesgo. Parecen estar preocupados y no puedo hablarles, deseo expresarles que estaran bien, jamás permitiré que algo les suceda, son mi vida y a ellas se las he dejado. Serán mi regalo.
¡Momento!, me estoy inundando, mis entrañas, mis órganos están siendo invadidos, algo ocurre, algo no está bien. Debiera despertar y no puedo. Quisiera que todos vean mi rostro de felicidad pero parece que no ocurrirá. Cada vez estoy más y más lejos de mi cuerpo, me invade una paz y ya no hay miedo, solamente felicidad.
Necesito abrazar a mi esposo, compartir este momento tan anhelado pero se que no me sentirá.
Es hora de partir en este, mi viaje. Como desearía explicarles que no estarán solos, que mi esencia, protección y amor permanecerán en ellos por siempre y para siempre. Mis niñas, mis hermosas hijas, se que me presienten, que me ven y sabrán que en sus corazoncitos por siempre estaré. Un dolor intenso me lleva a sentir la tristeza de cada uno y las lagrimas de mi amado. Le daré mi fuerza y sabrá salir adelante, estaré por siempre junto a él. Mi amado, solo parto antes pero nos encontraremos en su momento. Protege a nuestras pequeñitas y enseñales a no olvidarme.

22/08/2003

Hoy es un día muy triste, mi alma está constreñida. He estado junto a ms niñas y al lado de mi amdo como lo prometí, pero sin darse cuenta se han alejado de mi.
Mi niña menor se siente sola, perdida y muy necesitada de su madre. He tratado de darle mi fuerza a ambas pero estan temerosas y no me perciben.
La mayor está rodeandose de una soledad que la aleja de mi y de los seres que la aman. Necesita amar para dar y debe aprender a recibi. ¡Oh! Dios mío, he permanecido con ellas y jamás las he abandonado. Dime por qué no logran sentirme, si abrieran sus corazones comprenderían que siempre he estado ahí. Ay mi Señor, como duelen mis dulces niñas. Mi protección parece no ser suficiente, están tan confundidas que no permiten que mi cariño las una. ¿Dime qué hacer?. Se que él hoy me escucha y presiente más que antes. Necesito que una a nuestras hijas, ellas son el amor de nuestras vidas. Por favor mi querido: haz silencio y escuchame, sienteme como la primera vez. Dejame consolidar sus vidas como siempre lo soñé. Debo permanecer en ellas pero me apartan y no se dan cuenta, mis niñas, mis queridas hijas, que si se unen en amor, ambas me verán, pero si crean un abismo entre ustedes también lo crean para mi.
Mis pequeñitas, ahora "ES SU MADRE QUIEN LAS NECESITA".



"CON RESPETO Y CARIÑO UNA HISTORIA REAL QUE PERMANECE EN EL ALMA DE ÉSTA BELLISIMA MADRE AUN SIN RESOLVER".