La indiferencia que más duele es la impuesta.
Cómo pretender mirarte a la cara y no sentir nada.
Cuando el amor se acaba duele, pero cuando hay que herirlo de muerte, la vida te va en ello.
Sientes que nunca llegó a existir, y eso te sumerge en el más profundo de los silencios.
En ese espacio vacio de tu cuerpo y tu alma cuando empiezas a comprender que sus miradas, sus caricias sus palabras, todo su ser, no serán nunca tuyos.
En ese mismo momento en el que empiezas a idealizar tus sentimientos, como si éstos nunca más se fuesen a repetir con otro ser.
Porque para ti, es irrepetible, tan irrepetible como inalcanzable.
Cuantas noches te hubieses pasado mirándole a los ojos.
Cuantos momentos inolvidables te ha regalado para que siempre lo tengas presente.
Cuanto amor albergaste en tu ser, para depués tener que derramarlo sin más porqué.
Porque el camino es largo y tedioso.
Porque sólo te encontré a ti entre la gran multitud.
Porque sólo quiero ser el eco de tus palabras, la raíz de tus pensamientos.
Porque eres tú.
Quizás algún día en la distancia, tus pensamientos me lleven a ti.
Quizás algún día en el olvido un aroma, una canción te traiga a mí.
Quizás ese día no figure en los calendarios.
QUIZA SEA SOLO UNA ILUSION.
PILAR.
GUAO, ME ENCANTO TUS PALABRAS SON EXELENTES TIENEN MUCHOS MATICES QUE LLEGAN AL CORAZÒN