Estoy viviendo en la ciudad, aquella de mis ancestros.
Necesito un lugar para abrir la caja de mis sueños. Hacer realidad lo que realmente deseo
Hecho mano, al buen currículo familiar. A las buenas docentes que fueron mis tías, las catequistas, las obradoras de tantas caridades.
Al que me deleitaba con su guitarra y tenía la academia. La confitería que hacía las mejores masas. A mi abuelo que dotó del primer servicio telefónico a la ciudad, allá en sus comienzos. Los que ocuparon cargos importantes.
No, no es eso.
Entrevisto al dueño de un diario local.
Me gusta, estoy contenta.
Al presentarme le digo mi nombre y apellido.
El Director me mira y pregunta
_¡Ah! Su apellido...¿Tiene algún parentesco con Horacio?.El que usaba como tribuna las mesas de los boliches suburbanos, y borracho nos apasionaba a todos con la verba de sus arengas políticas?
Siento que la bronca me sube a la garganta
Estupefacta balbuceo.._Mi tío. El loco que vivía borracho, el que dio dolor de cabeza a toda la familia?. El que usó su brillante inteligencia en la diatriba política, usando como tribuna las mesas de los boliches , o desde alguna celda especial que le conseguía algún correligionario?
El Director dio una profunda pitada a su habano mientras se levantaba:
_Ah! ¡Que tiempos aquellos!- y agregó:
_Señorita, el puesto es suyo...¡Puede comenzar ya! Arregle su sueldo con la contadora. Partió sonriendo al pasado, con su habano colgando de un costado de la boca.