AMOR ETERNO
Acaricié suavemente sus labios, apartando los finos cabellos que cubrían su rostro y con delicadeza desnude su cuello, una filosa espada corto el viento y en su trayecto un grito insultó al silencio, un chorro de sangre escurría apresuradamente sobre su pecho, su cuerpo se desplomó sobre la alfombra, su cabeza se mantuvo erguida suspendida de su cabellera oscilando cual hipnotizador péndulo, una dulce pero dolorosa mirada se mantuvo perenne en su expresión.
Era el adorno perfecto para incrementar mi colección de preciados ornamentos, su cabeza sería colocada en una bandeja y exhibida con orgullo en la sala de mi casa. Aquella mujer fue solo una de tantas que tuvieron la suerte de ser seducidas por mi divina presencia.
Mi vida transcurrió vacía y solitaria, pero luego de un tiempo conocí a aquella que se convertiría en un gran amor para mí, sin embargo todo lo que tiene un principio tiene también un final, y todo lo que vive debe morir, por tanto el momento de acabar nuestra unión había llegado…
Perdóname, tendré que matarte, no es porque ya no te quiera, es solo que ha llegado el momento de terminar; pero no llores por mi, te extrañaré pero pronto encontraré alguien que llene tu vació. No estés triste, prometo llevar flores a tu sepultura, ni la estatua de cristo impedirá que me acerque al lugar donde reposarás. Fuiste a quién más amé en esta vida, sería un honor para mi conservar tan sólo un pedazo de tu cuerpo para poder acariciarlo en los momentos de tristeza y soledad.
Toma, bebe este líquido, te hará olvidar el dolor, pronto no sentirás más agonía, tus últimos latidos responderán a la excitación de tu cuerpo. Recuéstate sobre mi pecho y permite que bese tus labios, mientras mis manos recorren traviesamente los intestinos que brotan de tu vientre.
Pedazos de mi cuerpo empiezan a desprenderse y caer suavemente sobre las sábanas, es un delicioso dolor el que estoy sintiendo, creo que mi excitación me hizo errar el golpe, perdóname cariño, la puñalada iba destinada a tu corazón y en vez de eso, mi propia carne sufrió las consecuencias de mi euforia.
La noche casi llega a su fin, se que nos divertimos mucho haciendo el amor, recordaré toda mi vida la forma como tu sangre se deslizaba por mi miembro erecto, y sobre todo recordaré aquel momento en que sentí tu último aliento, esa última respiración que pedía ser inmortalizada con un ardiente beso. De todas las mujeres que he asesinado, tú eres sin duda la que más he amado.
Sabes algo, luces tan linda con ese rostro pálido, tu pecho frío y ensangrentado, no puedo creer que luzcas mucho más preciosa muerta que viva, aunque ya no puedes moverte estoy seguro que tu alma estaría agradecida si descargo mi lujuria una vez más sobre tu inerte cuerpo.
Así paso el tiempo, yo y mi difunta amada nos divertíamos mientras caíamos inmersos en insaciables orgías de pasión, hasta que el cruel destino se interpuso entre nosotros, las fuerzas de la naturaleza hacían efecto. Tu cuerpo va perdiendo su lúgubre frescura, la sangre de tus venas se ha agotado producto de mi insaciable sed, las heridas dejadas por mis garras en tu espalda ya no sanarán jamás, y el perfume a formol ya no te hace tan sexy como solías serlo.
Estoy deprimido, te estoy perdiendo y con ello también pierdo el deseo por vivir, y se que todo esto es mi culpa, si no te hubiera matado seguirías junto a mi, abrazándome y brindándome tu ternura. En mi desolación solo percibo una solución digna, te seré fiel y no te reemplazaré por otra, me gustaría morir y reunirme contigo… pero, tampoco puedo morir, no se puede matar lo que no tiene vida, no se puede sacrificar lo que ya esta muerto.
Amada mía, te devolveré la vida, vivirás eternamente en mi interior, soy consiente de que tu carne ya no es apta para el consumo humano, pero no es problema para mí puesto que hace mucho que dejé de ser humano. Devoraré lentamente tu carne, entrañas y huesos, tu difunto existir será ingerido por mi inmortalidad, disfrútalo cariño, tu deseo de estar siempre unidos se hará realidad.
Por siempre tu alma y tu cuerpo serán parte sagrada de mi ser, y aquellos que digan “estaré contigo hasta que la muerte nos separe”, no saben lo que es el amor. Yo soy eterno y mi amor por ti también lo será… a no ser que no me guste tu sabor y mi cuerpo te expulse en forma de vomito, en cuyo caso tendrás que conformarte con haber acariciado mis entrañas.
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