Escuché o leí en alguna parte de mi vida que si el corazón lagrimea, entonces, el alma se ahogará por los ríos del sentimiento hacia el abismo...
Camino por la misma calle y acera diariamente; y me encuentro con las mismas caras, cada vez más arrugadas, serias y tontas... como si fuera un carrusel que gira, como las agujas de un reloj... En la acera, sólo dejo mis huellas.
Me pongo a pensar si fui feliz, o creí serlo. Siendo honesto: lo he sido por breves momentos, cuando era un vago, sin dinero ni problemas, tan solo tenía la vida; lo que hice fue disfrutar cada paso de daba por la calle, como si fuera el último y el primero... fue un momento, hasta que me perdí por la calle...
Me agrada la música clásica. Siento como si yo la hubiera creado. Me identifico con cada tonada; es extraño, pues jamás me sentí identificado con nada. Ocurrió cuando tuvo que ocurrir, en el momento perfecto, cuando me sentí agotado de dar vueltas por la calle, cuando acepté que era un perdedor, que no servía para nada... y como un milagro pude admirar la belleza, sintiendo esos aires coloreados de vida sin peso, sin nada...
Nunca es tarde para meditar. No lo hago por temor, no; lo hago porque me ayuda a caminar por la calle y la acera, diariamente... para encontrar esos breves momentos en que fui tan feliz...
Los libros son importantes, me ayudan a escuchar a aquellos que no pudieron expresarse a plenitud; es bueno ilustrarse en sus verdades, renacerlos en sus líneas, leerles...
“Medita poeta y limpia tu alma - les escucho -. Ama lo que tienes y lo que no. No finjas ser un santo, no. Eres lo que eres. Date lo mejor, date mucho amor. Quiérete, seas como seas...”
“Eres como un niño - me guían -. Es imposible que realices todos tus sueños, ya estás viejo para que te engañes. Tus amigos se han marchado y se han perdido por las rutas peligrosas del éxito. Estás solo con tus sueños que aún juegan como niños por las calles, pero ten cuidado por donde andes, recuerda que la acera por donde te deslizas es una sola, y diariamente se desgasta con tus pasos y con los pasos de la gente. Ten fe en las personas pues son tan imperfectas como tus sueños... por ello, perdónalos y perdónate...”
“El silencio es muy hermoso - es acogedor oírlos -. La oscuridad es un teatro lleno con todas sus luces apagadas. Cuídate, y recuerda que: nos tienes, para hacerte el camino más ligero. Ten fe en cada paso, mirada, acera... Medita, que puedes encontrarte con esos breves momentos en que fuiste tan feliz...”
Joe 26/05/04