Y llegaste a cuidarnos, lo se, esperabas en la puerta dia y noche a que te dejaramos pasar y solo lo haciamos para darte de comer, para que bebieras algo de agua porque lucias algo cansado ya del diario transitar por las calles. Fuiste el guardian de nuestra casa, nos defendiste de aquellos que hasta tu ya conocias y por las noches como se me partia el corazon al escucharte llorando al pie de nuestro hogar, no podias ocultar las ancias de sentirte amado, de sentirte querido, de sentirte como en tu casa, porque tu no eras como todos, tu habias tenido antes un techo donde dormir, que te cobijaba de la injusta luvia que ahora moja la blancura de tu alma y quien sabe como fue que terminaste siendo eso, un callejero...
Desde temprano te hibas siguiendo a mi madre, cuidandola en su trayecto, eras como su otro hijo y sin embargo no te permitia quedarte con nosotros para siempre, no se porque quizo que fuera asi pero tu no le reprochabas nada asi que nosotros no teniamos porque hacerlo.
Desequilibrado, falta lo positivo. Porqué mostrar solo lo malo, la falta de caridad, la insensilibidad y omitir la contrapartida. No tiene objeto, si no deja más que un sabor desgradable.