¿Cómo explicar con palabras lo que mi corazón sentía cuando mis ojos te observaban? ¿Cómo pretender olvidarte si estás tan clavado en mi alma? Mi mente se empeña en recordar tu voz y le culpa a los oídos por dejar que ésta repercuta en mi ser. Traicioneros eso es lo que son, se repite mi mente. También otros sentidos se involucran maliciosamente.

La distancia nos separa... Pero mis memorias me acercan a ti, es como si te extendiera un enorme puente hecho de remembranzas y fantasías. Ahora más de fantasías, porque no habrán nuevos recuerdos. A menos que tú vengas a mí. ¿Te animarías a cruzar el puente? No estás muy lejos.

Con alegría mi memoria se pasea por los corredores más recónditos, esos que me llevan a ti. Y con tristeza debo reconocer que no supe amarte. Sin embargo hoy quiero que sepas, que siempre sentí un enorme cariño por ti y que te estuve agradecida por las tantas cosas que tú hiciste en el pasado por mí. ¿Me preguntas si te amé? Sí, lo hice pero no me atreví a decírmelo a mi misma. Tenía miedo de lastimar mi orgullo. El amor te da pero a la vez te quita demasiado y no me gusta perder, le temo a eso.

Ya sé fui una tonta ahora lo sé; pero no recargues en mí toda la culpa tú también fallaste... Tu timidez te impidió decirme lo que sentías... Decirme que me querías más allá de un amigo. Somos culpables, un par de miedosos.

Mi mente aun se deleita con esos recuerdos vagos que a medida los voy llevando al conciente afloran con mayor intensidad, renaciendo así mi amor por ti. Ese amor que no se marchita con el pasar de los años.¡Que bueno que por lo menos, vía Internet aun sabemos el uno del otro! Y que bonito es saber que aun me amas, que todavía significo algo para ti. Me has confesado que aun sigo siendo “tu vida” hace tan sólo una semana me lo dijiste y desde entonces no he dejado de pensarte. ¿Habrá posibilidad de acortar distancias? ¿Será que te espero? ¿Será que vendrás? ¿O mi espera en vano es?

Ya me equivoqué una vez por no arriesgarme y por temer herir mi orgullo ... Ahora sé que el que no arriesga no gana y de seguro tiene la batalla perdida. Pero de todas formas el destino hizo que tuviera que abandonar la ciudad y dejarte, para embarcarme en una nueva aventura llena de retos, metas y nuevas experiencias. Estamos lejos pero podemos acortar distancias, sólo depende de ti y de mí.

Te extraño, aun te espero... Aún te amo.


Dedicado a ti, mi amor de siempre.