~~El cuerpo yacia inerte pero aun mostraba senales de vida, lastimosamente temblaba al tratar de levantarse sin poder lograrlo. Me acerque a el y un leve sonido escapo de su pequeno pecho; y senti su dolor.
-“Esta muriendo, verdad?” Pregunto mi hijo que se habia acercado a mi lado. Asenti con la cabeza sin levantar la mirada, no queria que me viera llorar.
 Solto un leve llanto, suplicando por algo que solo nosotros podiamos ofrecerle, lo mire voltear hacia mi y senti sus ojos fijos pidiendome, rogandome, que hiciera algo…y lo tome en mis manos; mi hijo me acompano hasta la toma de agua donde hise un esfuerzo de lavar su cuerpo para aliviar su dolor sin poder lograrlo.
 No sabia el tipo de enfermedad que habia contorsionado su pequeno y fragil cuerpo, pero entendia que estaba en mal estado. Lo senti tratar de escaparse de mis manos que lo cubrian, pero dificilmente podia recaudar la fuerza necesaria para su intento de escape. Mis lagrimas ya habia sido notadas por mi hijo, y callo. Respeto el dolor que estaba sintiendo, y se lo agradeci sin decirle nada. No podia hablar.
 Estuve parado con el en mis manos sin saber como reaccionar, que paso a seguir, como si con mi propias manos pudiera hacer un milagro y darle parte de mi vida para que siguiera viviendo. Escuche un sollozo y voltie a mirar a mi hijo, el tambien estaba llorando conmigo.
 No se si es bueno que un hijo vea llorar a su padre, con eso de que uno debe de mostrarse fuerte y todo eso. Lo que si se es que senti una afinacion con mi hijo en ese momento, y sin decir palabra, sentimos el mismo dolor; el dolor que viene de la frustracion al no poder aliviar a un ser indefenso.
 Lo mire y me miro, y esquivamos nuestras miradas, y no dije nada; respete su dolor, y con silencio agradecimos que estabamos juntos en esta situacion.
 Despues de un largo momento me atrevi a hablar.
-“Tenemos que tomar una decision, no podemos dejarlo asi”
Movio su cabeza de forma afirmativa, y se trago un sollozo; entendio lo que le quise decir.
-“No quiero que sufra” agregue.
-“Si, yo se” dijo con vos quebrada.
-“No se si pueda” le dije mientras volteaba mi mirada a el con mis ojos llenos de lagrimas.
-“Tienes que hacerlo, esta muy mal” me dijo a la vez que corrian sus lagrimas libremente.
-“Que tal si solo lo dejamos a que muera a su propia hora?”
Movio la cabeza negativamente. “tu sabes que esta sufriendo” me lo dijo en forma de reproche.
 Acepte la responsabilidad y trague mi dolor. Me encamine hacia la regadera, caminando como en nubes sin realmente pensar en como lo llevaria a cabo.
 Mi hijo me dejo pasar, y entendio que habia tomado la unica opcion, la mejor opcion para el.
 Los minutos pasaban y no sentia la entereza para poder lograrlo. Miraba sus ojos y leia en ellos un “ayudame, sacame de esta miseria, por favor”, y cerraba mis ojos y sentia que mis fuerzas me abandonaban.
 Por fin pense en el…y pense en mi…y quise aliviarlo de tanto dolor…y mientras lo hacia, llore, llore, y llore mucho…
Su cuerpo fue quedando sin fuerzas en mis manos, lo senti temblar una vez, y paro…y pudiera jurar que cuando dejo de moverse su cuerpo se sintio en mis manos como una burbuja de paz.
 Asi estuve por varios minutos, sosteniendolo entre mis manos, tratando de formar una despedida con palabras que se nunca las hubiera podido entender; solo espero que haya entendido que lo hice por el.

 Cuando sali ya mi hijo me estaba esperando en el marco de la puerta, tome un pedazo del diario de hoy para envolverlo y darle un poco de respeto a su humedo cuerpo.
-“Prepare una pequena foza para el” me dijo mientras extendia los brazos para tomarlo y llevarlo afuera.
 Solo pude agradecerle con un debil, “Gracias, Niki”.
Lo mire salir con el en sus manos como si tuviera miedo de dejar caer un gran tesoro; mire su rostro y note que no habia parado de llorar el tampoco.
 No tenia animos de salir, asi que me quede a mirarlo atraves de la ventana de la cosina.
 Mire a Niki acercarse, he hincarce, bajo el arbol que tenemos en nuestro jardin, habia preparado su ultima morada debajo de la rama donde siempre habia pasado tantas tardes de verano en su sombra, colgado en su jaula; a un costado del pequeno arbol de mandarina que todavia no da fruto.
 Cuidadosamente abrio el pequeno bulto que le habia entregado, y saco su cuerpo con mucha gentileza, como si tuviera miedo de quebrarlo.
 Lo mire acariciarlo tiernamente. Y mientras su dedo lo recorria como en forma de despedida su plumaje, lo mire llorar lagrimas de nino/hombre.
 Mi hijo se habia convertido hoy en un hombre. Habia tomado una decision filosofica, habia tomado un paso que muchos no logran dar en todas sus vidas.
 Me senti triste por la perdida…vacio al ver como mi hijo lloraba…y orgulloso de sentir que tenia como hijo a una gran persona, con nobles sentimientos, dispuesto a llorar por un pequeno pajarito que le habia dado felicidad cuando el era un nino no hace mucho tiempo atras.
 Lo enterro, y lo cubrio con tierra del jardin cuidadosamente, y no paro de llorar todo el tiempo que atendia su labor. Se secaba los ojos lo mejor que podia con la manga de su camisa, pero nunca se detuvo...sabia en ese momento que era lo minimo que podia hacer por un amigo.
 Lo mire desde mi ventana, respete su silencio, y le hice honor a su dolor sin decir palabra. Era su despedida, no la mia.
 Cuando volvio a su cuarto escuche la puerta cerrarce detras de el, con cuidado; ya no era un nino…habia crecido frente a mis ojos una eternidad, y ahora lloraba lagrimas como un hombre, por un viejo amigo al cual habia despedido por una ultima vez.