(Para Pame, Chellín y Lian)
Desde luego que tanto Pame, como Chellín no tenían ni la menor idea de cuál era la razón para que Pócolo los hubiera citado en Foresta ni mucho menos en pleno domingo ya que según tenían entendido, Pócolo nunca trabajaba en domingo por ser este el día de descanso, el día de la familia, así que pensaron que debería ser algo muy importante:
Lo peor era la hora.
- ¿A quién se le ocurre citarnos a las seis de la madrugada?
- Pues qué pregunta, por supuesto que el único loquito en la familia es Pócolo.
- Bueno pero, qué me dices de Norsi
- Cierto, Él también se despierta antes de las seis de la semana y casi inmediatamente se levanta
- Pero Él no está loquito, solo es . . . digamos . . . mh
- ¡Madrugador!
- Eso es lo que iba a decir. Muy madrugador
El enigma se disolvió cuando apareció empujando con mucho esfuerzo una carriola perfectamente tapada ya que las nieves del invierno aún convivían con los primeros rayos del cálido sol. Por ahí acertó a pararse en una ramita un cardenal.
Antes de decir siquiera “Buenos Días” Pócolo sacó un Thermo y se apresto a llenar dos jarritos de barro que aparecieron como por arte de magia, con una infusión aromática inconfundible para Pame y para Chellín, se trataba de sabrosísimo café que seguramente era de Coatepec tal como les había enseñado Norsi.
En la carriola iba aún dormida nada más ni nada menos que . . . ¡Lian! Que al oler el cafecito se despertó.
Al susurro de Pócolo;
- ¡Barkly!
Que era la palabra mágica para abrir cualquier cosa y que había inventado Gaby, mamá de Pame y Tía de Chellín y de Lian
Con un suave manotazo descubrió la cobijita, que por cierto era un recuerdo que Mami Kity y tejió para la tía Gussy, aunque eso sucedió el siglo pasado hace muchos pero muchos años, apareció con característica y angelical sonrisa que era el clásico saludó a su prima y a su hermano.
- Bueno los he reunido en este lugar tan simbólico para todos nosotros para darles tres sorpresas.
- ¿Tres?
Extendió la mano derecha y asiendo delicadamente la mano izquierda de Lian la hizo levantar y ponerse de píe para que en unos instantes después la soltara sin que perdiera el equilibrio.
- Bueno, esta es la primera
- ¡Bravo, bravo! Ya podremos ir con Norsi en Metro
Gritaron Pame y Chellín
- ¿Y qué sigue?
Lian sonrió un poco más y les mostró un par de incisivos
- ¡Bravo, bravo! Ya podremos comer Pizza cuando vayamos al Museo
Volvieron a exclamar Pame y Chellín
- ¿Y la tercera?
A una señal, Lian levantó sus dos hombros, pegó sus labiecitos, aspiró e inflando sus pulmoncitos dejó escapar la primer que llegó hasta la tierra de sus abuelos Kity y Norsi.
- ¡Bo!
Los cuatro quedaron boquiabiertos y enseguida empezaron a danzar y a brincar de alegría
- ¡Bravo, bravo! Ya le podremos gritar a l abuelo
Gritó Chellín
- Bueno pero recuerda que le gritaremos ¡Norsi-Bo!
- Eso es cierto. Pero yo soy el hermano grande
- Y el mayor de nosotros
Dijo Pame
- Ja, ja, ja.
Se alejaron los tres comentando una y mil cosas mientras Pócolo se trepaba a una rama de un pino aún con nieve
y con una incipiente lagrima dijo para si mismo.
- Ahora son tres, tengo que cuidar a tres
Marzo 2010