Hola Nóbel, he regresado de mi auto exilio para poner mi dedo en la niña de tus ojos, he estado leyendo tus publicaciones, no son malas, pero joven, que cosas que siempre haya un pero,

Pretendes ser un buen escritor, Jorge Luis Borges te dejó escrito un antidecálogo del escritor en 1948. Dieciséis premisas que nunca debes llevar a cabo, el texto hecho con una gran carga de ironía hoy más que nunca está lleno de actualidad, tomo los más importantes, aquellos que justamente resaltan los errores cometidos en tus relatos con la elocuencia de la cara de un payaso.

En literatura es preciso evitar:
3. La costumbre de caracterizar a los personajes por sus manías, como hace, por ejemplo, Dickens.
4. En el desarrollo de la trama, el recurso a juegos extravagantes con el tiempo o con el espacio, como hacen Faulkner, Borges y Bioy Casares.
8. La enumeración caótica (te luces en este caso).
Proust es único, sus metáforas son reprobables en la pluma de otros autores, entiendelo (la descripción de víceras es especialmente despreciable).
10. El antropomorfismo, solo si eres catedrático y puedes manejar la realidad humana sin un dejo de autosuficiencia.
11. La confección de novelas cuya trama argumental recuerde la de otro libro
12. Tus escritos de forma que parezcan menús, álbumes, itinerarios o conciertos, en esto eres especialista.
13. Todo aquello que pueda ser ilustrado. Todo lo que pueda sugerir las idea de ser convertido en película.
14. En los ensayos críticos, toda referencia histórica o biográfica. Evitar siempre las alusiones a la personalidad o a la vida privada de los autores estudiados. Sobre todo, evitar el psicoanálisis.
15. Las escenas domésticas en las novelas policíacas; las escenas dramáticas en los diálogos filosóficos. Y en fin:
16. Evitar la vanidad, la modestia, la pederastia, la falta de pederastia, el suicidio."

Esta magistral enumeración lógicamente a manera de chanza de condiciones de un antimanual sería perfectamente rematada por aquella breve pero también acertada estimación de Edgar Allan Poe:
“Charles Dickens dice lo siguiente, refiriéndose a un análisis que efectué del mecanismo de Barnaby Rudge: "¿Sabéis, dicho sea de paso, que Godwin escribió su Caleb Williams al revés? Comenzó enmarañando la materia del segundo libro y luego, para componer el primero, pensó en los medios de justificar todo lo que había hecho".

No me queda más que decirte: Sigue el ejemplo de Godwin.

Claro, sería entrar en profundidades hacerte tratar de entender todas estas cosas, porque cerebros como los ante expuesto tomaron siglos de sabiduría para regalárnoslas, y aunque algunos fueron jactanciosos con su arte el temor ante el rechazo siempre fue una premisa, entonces te aconsejo hacer lo que yo hice, comprender que no eres ese gran escritor que tu mente egoísta te hace creer que eres y dejar que la humildad ocupe el espacio que merece, así poco a poco tus semejantes se acercarán y en vez de criticarte te alabarán, porque será tu espíritu el que se comunica, no tu ego.