~Alfredo busco refugió en la fe de la cual se había apartado. Su regreso al señor le sirvió para alejarse de la tentación de terminar con su desgraciada vida.
Las diarias visitas a la capilla, las plegarias y las largas charlas con el clérigo le dieron, poco a poco, la serenidad y la paz, que lo irían alejando del aquel mundo frenético y materialista en el que había vivido, aquel mundo al que jamás volvería y deseaba borrar de su memoria. Estaba apenas despertando de una horrible pesadilla.
Todo había comenzado hacia unos ocho años, cuando su esposa, una fría mañana de invierno fue encontrada sin vida en su dormitorio, en un Dantesco baño de sangre, brutalmente asesinada a puñaladas.
El asesino fue detenido y procesado.
Después de confesar su crimen, a pesar de la exposición del abogado defensor en el alegato final, donde con brillante y convincente retórica pretendió demostrar desde desequilibrio emocional hasta motivos pasionales que indujeron a su cliente a tan terrible crimen, el jurado fue implacable y su veredicto unánime.
Luego de una breve deliberación, el presidente del jurado, de pié, leyó.
"El veredicto del jurado es culpable". El Juez dicto sentencia, condenó al imputado a la pena capital, quedando sellado el destino del "Carnicero", bautizado así por prensa sensacionalista.
Alfredo amaba a su esposa, se amaban profundamente
La vida de Alfredo transcurría sin demasiados sobresaltos, debía ocupar su tiempo y sus fuerzas en programar y realizar objetivos que durante toda su rutinaria vida habían sido solo sueños irrealizables. Estaba seguro que las personas que habitaban en espacios invisibles, agazapados en sus terminales, en busca de disminuir su soledad eran una posibilidad para encontrar a alguien, y el camino a seguir, pasaba por la conexión con sus computadoras.
Alfredo apenas podía creerlo. Dos veces por semana entre las cinco y las seis de la tarde encendía la computadora, luego habilitaba el modem configurado para conectarse con un número que pertenecía a una prestigiosa red de usuarios y luego de unos brevísimos segundos aparecía en su pantalla el programa por el que accedía a sus posibles virtuales "amistades" que en sus terminales tenían, a su vez, equipos idénticamente configurados. Entonces, no tenía más que mover el mouse apretar una opción en el menú e inmediatamente sabía quiénes se encontraban on line.
Alfredo elegía un nombre y la invitaba a chatear. Antes de que pasara un minuto la "amiga" ya habia aceptado.
Así, conoció a vicky57
- ¿Que significa Alf_11155? Escribió Vicky57
- Alfredo y 01. 11. 55 es mi fecha de nacimiento.
- Me llamo Victoria.
- Encantado de conocerte Victoria.
- Igualmente Alfredo.
Su conversaciòn se desarrollo a lo largo de cuarentayocho semanas en dos secciones de una hora los días lunes y sábado, ininterrumpidamente.
Durante ese lapso se conocieron. Victoria le confeso el amor por su marido, que la abandono por sospechar una traición y no volvió nunca mas a su lado, desapareciendo para siempre de su vida. Alfredo contó a Victoria la trágica desaparición de su esposa y las consecuencias de la misma. Prometieron mutuamente conocerse cuando las condiciones fuesen propicias para ambos, continuando con su relaciòn virtual que cada dìa era mas intensa y mas apasionada, se enamoraron profundamente uno del otro.
En el último Chat, Alfredo intrigado pregunta a Victoria:
- ¿Adonde nos veremos Angel mío?
- ¿Como adonde?….En el cielo mi amor, donde viven los ángeles.
Alfredo, imaginó ver una sonrisa de complicidad en los labios de Victoria.
- El momento está por llegar, nos veremos pronto.
- Adiós amor mío, te amo infinitamente.
- Adiós mi querida te amare eternamente, lo prometo.
Alfredo le puso el protector a su pantalla, aparecieron unas estrellitas que le daban la sensación viajar en una nave espacial, viajar por el espacio infinito.

- N°11155, vamos terminó tu último turno.
Ordeno autoritariamente el guardián desde el exterior de la sala.
- Mañana a esta hora estarás camino al infierno "Carnicero".
Agregó mientras caminaba a dos pasos detrás de Alfredo.
No contesto. Recordaba la conversaciòn con su abogado, cuando este le informó consternado la enésima y ultima negación de absolución de la pena capital por el asesinato de su esposa, considerado crimen de primer grado, premeditado y alevoso.
Recordaba también la mirada incrédula del doctor Jones, cuando le dijo.
- La última palabra no es del tribunal, será del Divino. Cuando allí me
juzgue, en el juicio final seré absuelto, iré al cielo.
Las palabras del guardián no le habían afectado demasiado, habia pensado también en la posibilidad de ir al infierno, ellos no lo sabían.
Desde allí chatearìa con Victoria eternamente. Pero, hasta ese momento no había pensado en una alternativa.
¿Que pasaría si en el infierno no tuviesen o no le fuese permitido usar la computadora? Seguro… ¡Provocarían su muerte!
Cayó hacia adelante, boca abajo, como fulminado por un rayo.
Cuando el guardián lo giro comprobó que estaba muerto.
En su cara vio como petrificada una máscara de desesperación.

La situación del Senador Charlie Stone no era fácil.
Presidía la comisión de investigación de antecedentes de tan extraño caso asignada por el senado del estado. Los tiempos de búsqueda, estudio discusión, etc. eran reducidos. El informe de dicha investigación, debía ser entregado a la brevedad, se convertiría en proyecto de ley.
La presión ejercida por el periodismo era asfixiante, llegaban al pueblo con el rumor de los contemporáneos problemas de medio oriente.
La preocupación de Charlie no residía en la ardua tarea asignada, ni siquiera el sí o el no, le resbalaba. La tecnología, las buenas relaciones de su país con el mundo y particularmente la eficiencia y profesionalidad de sus equipo de colaboradores, que harían un magnifico trabajo, el informe seria realizada en los tiempos previstos. Su preocupación radicaba en la reacción de la mass-media cuando el informe fuese de dominio publico, firmado por el. Su candidatura a gobernador del estado era inminente, su partido habia ganado prestigio, sus posibilidades únicas, sus riesgos, altísimos.

El último informe lo reciben de Roma por cartera diplomática.
Después de la minuciosa revisión de antiguos documentos, la comisión de trabajo asignada al particular caso, arriba un detallado veredicto.
El antecedente considerado válido, más cercano al caso de discusión, además de otros casos símiles enumerados, pero que no clarificaban algunas dudas, es la ejecución de Giordano Bruno en el año 1600, condenado al rogo por la inquisición Romana.
En estos documentos se verifica que Bruno murió asfixiado por el humo de la hoguera antes de que su cuerpo comience a quemarse en cumplimiento de la sentencia.
La tesis está demostrada, habían ejecutado un muerto.
Lo más interesante de este documento cuyo original está escrito en latín académico, lengua usada oficialmente por la clase que detentaba el poder de la época, se lee en algunos de sus apartados.
…….. Y considerando que el reo no reconoció ser culpable, ni por intermedio de convicción ideológica ni por intermedio de tortura física, ordenada por este Tribunal Inquisidor.
Afirmando ignorar primero y negando después la representatividad como dictador terreno de la justicia divina.
…. Después de tal afirmación por parte del reo, este Tribunal Inquisidor dicta la máxima sanción que le otorga su divinidad: "El cuerpo del hereje sea quemado eternamente en los infiernos".
Cuatrocientos años de justicia nos dan una clara idea del progreso de la humanidad, ahora la jurisprudencia puede hacer uso de antecedentes verdaderos y legítimos para examinar el extraño caso. Mientras tanto, el cuerpo de Alfredo espera el destino divino en la morgue del “Penitenciario Federal de Santa Margarita”.
Paradójicamente, Victoria y Alfredo habían necesitado solo 96 horas para reconciliarse, volverse a enamorar y prometerse amor eterno.