Sus días transcurrieron sin cambios,la tristeza cada vez la invadía más y más,la extrañaba,se sentía culpable de no haberla visitado antes.Esto fue como una marca,como una asignatura pendiente que había quedado entre ellas.
Llegó a un extremo de dolor que recurrió a un amigo a quien le contó lo que le sucedía,a lo que él le respondío,"no la dejaste partir,no reconociste en esa persona,a Blanca".Rézale,y piénsala bien,ésto te hará tranquilizar.
Trató de hacerlo pero le fue imposible.
Cada día era más triste,lloraba permanentemente recordándola,miraba las fotos juntas,y se preguntaba por que todo ésto?
Tantas noches al acostarse,la recordaba y le pedía que la llevara con ella,porque más que amiga,la sentìa su madre.La quería como tal.Alguna noche creyó que ella estaba cerca suyo,en su habitación pero se aterrorizó de sólo pensar en verla ahí,quiso llamar a su hijo y no le salía palabra alguna.
Sintío que en el jardín su perro gruñia,inquieto,no pudo articular palabra y sin darse cuenta se quedó dormida...
continúa......
El cariño hace sintamos nostalgia por el ser querido y hasta nos desesperamos al saber lo hemos perdido. ("Algo insólito para incrédulos - II", de Zulema.)