Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Cuento
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Cuento
Categoría: Terror

Allí está de nuevo el águila

El silencio se apoderó del bosque. Los animales callaron, apenas se movían, percibían el peligro.
El silencio devoraba las horas, los minutos y los segundos, el silencio buscaba acomodo entre los arbustos. el camino a la aldea estaba plagado de hojas secas, ya hacía tiempo que los cielos no llorabn. Se podía notar en el rostro de mmuchos animales la tristeza, el hambre, la sed. las llanuras estaban cubiertas de pastizales secos y todavía en alguna el viento levantaba las cenizas de los fuegos espontáneos.

Cerca del bosquecillo los aldeanos hablaban sobre los últimos eventos, la sequía cayó en un segundo lugar, de lo únicoi que se hablaba era de aquella águila harpía que se había apoderado del espacio de la aldea sembrando el terror por todas partes.
_ "Ese pájaro es un castigo de Dios por estar blasfemando acusando a Dios de esta sequía que lo aniquila todo"- murmuraba la vieja Dolores-

-¡Virgen Santa doña Dolores, no meta a Dios en estos asuntos- esa águila lo que busca es alimento como todos los demás animales.- Le replicó Ambrosio.

-"Yo no sé", pero ese pájaro es de mal aguero, para mí que es el espíritu de un difunto en pena.Afirmaba Pancracio.

Ya no se hablaba de los problemas causados por la sequía, ni de política, ni de religión. el tema de cada día, tarde y noche era la presencia del águila de plumaje gris, negro y blanco. Era enorme, poderosa, sus garras eran terribles y su fuerza descomunal. Podía levantar a un pequeño mono y elevarlo hasta su nidio en el pico de un árbol.

El sol había alcanzado el medio de su camino. Los rayos candentes caín perpendicularmente sobre la llanura, las hojas de los árboles permanecían inmóviles.

_"el águila","el águila"- gritaba como un anormal el loco de Chepo.
Todos los aldeanos salieron de sus casas. Y allá, cerca del bosquecillo volaba el águila en círculos. Era algo maravilloso, algo que sóló Dios podía haber creado. Su vuelo sereno, estratégico, perfecto. ¡Volaba y volaba!

De prontó descendió como un rayo, y en cuestiones de segundo volvió a aparecer elevándose como un moderno cohete. entre sus garras llevaba su presa, un pequeño conejo.

El miedo fue aumentando geométricamente. Las leyendas sobre aquella ave recocrrió toda la aldea y hasta todo el país. Aparecieron las noticias sensacionalistas y los titulares aumentaban el temos de los aldeanos.
"Enorme águila mantiene en estado de shock a los pobladores de Morena", "Biólogos identifican al ave extraña como una águila harpía", "Temen ataques a los aldeanos".

Mientras tanto en la aldea los vecinos hacían presión para que el alcalde hiciera algo. Estaban molestos con el alcalde que afirmaba que él no tenía tiempo para perder." Aquí tenemos otros problemas más importante que atender".

Una tarde al mediodía el curso de la historia cambió drácticamente. Varios niños de la escuela cercana disfrutaban en el patio de la misma. Mientras jugaban, dos pequeños se alejaron y uno de ellos fue atacado por el águila. el pequeño fue heridio por las enormes garras del ave y casi pierde un ojo por el picotazo que recibió.

La noticia se regó como pólvora y la aldea se llenó de curiosos de todo el país. El alcalde hiz una conferencia de prensa y aseguró que haría todo lo posible por capturar aquella ave infernal. En esa misma conferencia ofreció una recompenza por la captura, viva o muerta, del águila, cosa que no cayó muy bien a la Sociedad Protectora de animales.

Al otro día la aldea se cubrió del anuncio de la recompenza y ya en la tarde había una multitud de expertos cazadores, listo para poner fin al águila harpía.

No se habló de otra cosa. Era el tema en las barberías, en los kioscos, en la lavandería, en la iglesia, la plaza.Esa noche hasta un
círculo de oración se celebró en la plaza. Las madres aconsejaban a sus niños a no estar solos en el campo.

Las historias sobre la extraña águila sustituyó a las novelas, los juegos, el cine, las noticias sobre el país. se hablaba de los egipcios y de el farahón que llevaba un emblema de un águila, se hablaba del mito griego sobre las harpías, se hablaba de historias fantásticas de los mayas y de muchas otras tribus.

Pero el águila pareció ver el peligro y se ausentó del escenario. los curiosos abandonaron la aldea y las noticias y los titulares desaparecieron. la aldea volvió a la normalidad.

Había transcurrido dos meses desde el último ataque del águila, ya nadie parec}a interesarse.
La sequía comenzaba a ceder y ya el verdor de la llanura resurgía.

Marta preparaba el café en la cocina. Entonaba una cancion: "Ay se fue el águila del pueblo y ya nadie le teme".

Mientras ella se afanaba en la cocina, su pequeño recien nacido gateaba en la sala. El pequeño logró acceso al patio de la humilde casa y fue tras una gallina que tranquilamente buscaba el sustento del día. Adentro Marta seguía cantando, mientras su bebé se acercaba a la gallina con una sonrisa angelical dibujada en sus tiernos labios.

De pronto surgió en lo prundo del cielo el águila harpía. Volaba en círculos, mientras mós vueltas daba, más se acercaba. Acechaba su presa. la gallina seguía escarbando, el niño seguía sonriendo y Marta seguía cantando.

El águila descendía lentamente. Su plumaje negro, gris, blanco le daban un aspecto hermoso. sus garras enorme, su pico afilado. Allí estaba de nuevo el águila, lista para la caza.de pronto inicia un vuelo veloz y baja al patio de la casa, y levanta su vuelo llevando entre sus garras a la pobre gallina que luchaba por escapar inútilmente. Marta escuchó la sonrisa de su bebé y salió a buscarlo. Al no verlo en la sala, sintió un gran dolor en el pecho, se asomó a la puerta y levantó la vista. allá iba el águila con su presa rumbo a su nido y sonriendo vio al pequeño. Corrió y lo abrazó llorando y dan gracias a Dios y a la virgen por haber protegido a su bebé.

Todo el vecindario enloqueció, el temor, el miedo y la desesperación invadió a los aldeanos. Muchos de ellos comenzaron a vender a sus tierras al gringo. Tierras que habían estado en sus manos por generaciones. el pueblo estaba desolado, parecía un pueblo fantasma. El alcalde no encontraba que hacer.

Una mañana recibió la visita en su alcaldía a don Rogelio Madera, un veterano de Viet Nam, quien le dijo que él podía acabar con el águila. El alcalde debería conseguir un permiso para hacer explotar una mina, pues era lo que necesitaba para acabar con aquella ave del demonio. En Viett Nam él había colocado muchas.

El plan fue acordado y don Rogelio logró encontrar el árbol en el cual el águila tenía su nido. Estuvo toda la mañana observado el nido hasta que vio salir al pájaro. Con cuidado subió al mismo, pues para él no era una tarea difícil. Logró colocar la mina en el nido del águila, la cubrió con paja y descendió del mismo.

Esa tarde el pueblo completo, los pocos que quedaban observaban desde lejos el águila que volaba en círculos.la vieron bajar como un relámpago y alejarse llevando consigo su presa.

Hubo silencio. las miradas se fijaron en el águila que volaba a su nido. De pronto:¡Se escuchó una enorme explosión!.¡Se jodió el águila harpía!

Esa noche fue una noche de celebraciones. El alcalde pagó las bebidas y el viejo veterano fue llevado en hombros como un héroe nacional.

Cerca de la aldea. en un enorme sillón el gringo se mecía, mientras terminaba con un gran habno y con un paño curaba las heridas de su águila harpía que había traido del amazonas para lograr sus propósitos mezquinos de adquirir aquellas tierras que muy pronto iban a recibir un gran valor.

Una tarde, como a las 2:00 de la tarde el grito de
Datos del Cuento
  • Categoría: Terror
  • Media: 5.48
  • Votos: 141
  • Envios: 1
  • Lecturas: 4674
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 18.191.129.241

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Cuentos: 21.638
»Autores Activos: 155
»Total Comentarios: 11.741
»Total Votos: 908.509
»Total Envios 41.629
»Total Lecturas 55.582.033