A Alvarito le han regalado una gran caja de pinturas. Es una tarde de domingo. ¿Qué puede hacer? Pide una hoja blanca, muy blanca, a su padre para poder pintar. A Alvarito le encanta aprender y decide empezar a utilizar su caja de pinturas probando todos los colores. Cuando abre su estuche de pinturas recuerda las explicaciones de una profesora sobre grandes pintores. ¿Puede él convertirse en uno de ellos? ¡Qué genial sería ser pintor!

Como a Alvarito le encanta el verano decide escoger los colores de esa estación: el amarillo, el azul, el naranja… Y se pone a pintar un radiante sol, con unas nubes blancas y azul claro, una enorme playa bajo el intenso cielo con la arena marrón y las grandes olas azules. ¡Qué bonito! 

Alvarito pide más hojas blancas y decide pintar el otoño, la estación que llega con la vuelta al cole. Con los verdes, los marrones, naranjas… y pinta los árboles que ve por la ventana de su casa, con hojas oscuras que caen al suelo, el cielo más oscuro con muchas más nubes y el colegio viéndose a lo lejos.

Como siente que esto de la pintura se le da bien, Alvarito coge una bata blanca de papá de sus trabajos y se la pone. Aunque le quedé muy grande, no se es un buen pintor sin una bata. 

Alvarito sigue pintando. El pequeño decide pintar su habitación. Quiere hacer algo muy grande y así usar todos, todos los colores para que vean que sabe pintar. En la hoja pinta su ventana, pinta su armario, su cama, los peluches con los que duerme, los juguetes que lleva al cole… ¡Qué divertido es pintar!

Ya casi está acabando la tarde, ¿Qué más puede dibujar? Alvarito va a la habitación de su hermana Enriqueta y le cuenta lo que está haciendo. Su hermana sonríe divertida y él le dice que puede ser divertido si se pone a su lado en la habitación y le dibuja como hacían los grandes pintores con las reinas y reyes. Enriqueta quiere ser protagonista, así que va encantada a la habitación de su hermano y se sienta en la alfombra con las piernas cruzadas.

Alvarito le dibuja la cara y su camiseta amarilla. Reconoce que los retratos son muy difíciles y no se siente muy feliz con lo que ha dibujado. Quizá otro día le salga mejor. Enriqueta cuando se ve no para de reírse, no sabe si dibujar será fácil o difícil pero sí que es divertido. 

Cuando su padre entra en la habitación, Alvarito le enseña todos los dibujos y le pregunta que más cosas tiene que hacer para ser un buen pintor. 

Su padre le dice que pintar mucho, aprender cómo mezclar los colores, cómo hacer mejor los dibujos. También le enseña que hay muchas otras cosas para pintar, como los pinceles, las ceras, las acuarelas… Al niño le parece que es muy divertido todo lo que le cuenta. Este curso, además de hacer deporte, también irá a clase de pintura. ¡Va a ser un año genial!