Julieta  apunto lo ultimo que habia dado en la clase el maestro Efrain; faltaban solo 20 segundos para que el grupo mudara a otra clase y después el receso. tras  despedir a los alumnos y ayudar en sus dudas a los rezagados en la clase, Julieta seguia sentada en su asiento el cual se hallaba a mano izquierda de un ventanal:  seguia escribiendo apenas y de vez en vez miraba hacia el ventanal. efrain se percato de  la actitud de su alumna. quiso acercarse por si la chica  tenia alguna duda o se hallaba distraida en otros asuntos para reprenderle si era necesario. pero decidio que por el momento era mejor dejarlo asi y continuo calificando los examenes que habia aplicado esa mañana. pasaron unos minutos, ahora julieta se hallaba cerca del escritorio donde el seguia calificando.  al verle, efrain  le sonrio formal e inquirio con su ronco vozarrón:

- ah! es usted, Señorita Huitron. ¿en que puedo ayudarle, joven?  digo,  por el examen que les aplique esta mañana.

-  si tengo  dudas, profesor-. repuso la chica-. se trata de...- asi, julieta le expuso sus dudas. mientras efrain le explicaba sintio un impulso de mirar a la chica de arriba abajo, el cuerpo entero en resumen. para saber si ella podia ser de su encanto. mas volvio en si, sacudio la cabeza y prosiguio: ese dia, julieta venia vestida con un vestido color azul marino, unas zapatillas de tacon beige y  una diadema  morada que hacia denotar la negrura de su cabello moreno. casi siempre ( oia comentar a sus compañeros de aula) solia venir vestida con ese estilo vernaculo que se indico en el prologo del cuento. los sabados en que la visitaba su novio  o viceversa ya fuera para salir al cine o bien  a alguna feria local vestia de manera discreta como ahora.  estuvieron repasando la leccion  por cosa de media hora. al final, julieta quedo satisfecha con sus explicaciones, prometiendo acudir a el cada que se le dificultara algun  documento o aforismo. a lo que efrain contesto;

- como gustes, julieta; sabes que estoy para servirte. por cierto, quizas podria darte clases en tu domicilio. digo, si tu familia no tiene algun  inconveniente. ultimamente tengo mis tardes  libres. mi mujer con frecuencia sale con sus amigas. y yo me quedo en casa, hecho un tedio. asi que, para capacitarme mas en mi oficio me dedico a impartir  clases a domicilio. que te parece?- al terminar la frase, efrain arqueo una ceja con galanteo. julieta, un poco persuadida por su galanteo y la manera afable en que se lo pedia acerto a decir:

- bueno, a la fecha no le he puesto mucha dedicacion a la universidad como debiera; mi empleo en la tienda y mi familia raras veces me permiten ocuparme de mi  misma o mis asuntos. en fin, lo pensare. por supuesto que no hay inconveniente.

- bueno, no te apures mujer. estoy disponible en cuanto lo requieras.- asi, julieta se despidio con una reverencia y se marcho. ". es solo una joven; le falta algo de calibre y maneras pero puede resolverlo. aun tiene tiempo." penso efrain  tras verla salir. asi, asintio con la cabeza, prosiguiendo con las notas.  al llegar a  la casa, solamente se encontraba adelaida, quien debido a  un evento tipico de su colegio habian salido temprano los alumnos y ahora se hallaba  desde hace 5 horas en la casa. julieta  le miro, tendida en el sofa y observando la  television. luego suspiro y  fue a la cocina. adelaida, tras advertir a su hermana torno a mirarle unos segundos: ella se tomaba un licuado de fresa con arandanos. se encogio de hombros. volvio su vista a la  television:

- buenas tardes, julieta. veo que has llegado de la universidad-. asevero esta vez, julieta apenas si reacciono a su intervención-. papa y mama no están en casa; mama fue a una reunión de sus amigas y papa fue al taller mecánico  para reparar el automóvil. ¿como te fue en las clases?

- bien, adelaida, me fue bien.- respondió julieta-. hoy me quede unos momentos porque tenia dudas en la tesis y pedi ayuda al profesor efrain. incluso se ofreció a darme clases. lo iba pensando en el camino y creo que mejor no se lo solicitare hasta nuevo aviso; tengo muchos pendientes. ademas,  que tal  si me lo pide por andarse con mañas.-. adelaida solo asintió con la cabeza; luego con un "tienes razón". julieta alego que iba a su cuarto para cambiarse y  subio a los dormitorios. a veces le costaba trabajo interpretar lo que charlaba su hermana: sabia que pese a que no se llevaban muchos años como hermanas, ella ya tenia líos de adultos  que no siempre podía platicarle a ella o a su madre; mientras esta, adelaida salia apenas de la adolescencia. difícilmente podían entenderse.  conocía a ese profesor por haberlo visto solo dos veces:  en una reunion escolar  en que julieta habia sido acompañada por su novio y la familia. la segunda, cierto dia  en que a julieta  se le habia olvidado un volumen en la biblioteca, era jueves ese día. venia esa tarde con julieta pues en el colegio les habian dejado una tarea  de investigación y acerto a decirselo a su hermana. julieta le prometio ir por los volumenes que  le faltaban y los libros que necesitaba al entrar al edificio. no podia entrar a la biblioteca y le esperaba en la sala de visitas, pues por reglamento escolar los menores no tenian acceso al sistema. por casualidad, efrain pasaba por el patio quizás realizando alguna faena colegial, quizás en asuntos personales. no lo sabia. al verlo pasar, le pareció apuesto; estrecho de cuerpo, alto y con un aire señorial que no era novedad, aun en su época. extasiada le siguio con la vista, pero solo eso. al volver en si, se prometio a si misma que no experimentaria una pasion semejante de nuevo: quizas, reconocio  se debia al poco o superficial interes de sus compañeros en ella para hacerla su novia pues apenas procuraba uno que otro chico como amigo o compañero de andanzas. o incluso por la relacion apenas formal que poseia con julieta. asi, lo considero un capricho verde y lo olvido  de pronto. después de observar la television, la apago y entro a su cuarto para continuar con su tarea escolar.  al pasar 20 minutos, julieta salio de su recamara: se disponia a salir con Lilia y Alma Delia, sus dos amigas; a un bar  que era  la adoracion del momento en la escuela por su musica tropical, los afrodisiacos y los clientes que paraban ahi: todo tipo de razias, almas solitarias y peces fuera de orbita.  despues irian al departamento de Alma para bañar la cotorra por asi decirlo. basicamente no tenia mucho  en mente. esteban le habia llamado hacia dos horas, para comunicarle que el sábado próximo no iria a verle pues en su trabajo habian muchos pendientes. que ya lo compensarian con una salida al cine el lunes. julieta se conformo con su explicación. aunque a veces le parecia increible porque seguian juntos. llevaban casi 4 años de las mismas tácticas de novios, las mismas salidas. raras veces tenia momentos de pasion con esteban;  su cuerpo fornido, su humor y sus brazos calidos le devolvian la respuesta. aunque por otro lado, quizás no le vendría mal probar con otros chicos. claro, sin que esteban lo supiera. se encogió de hombros, suspiro y  salio.  eran las 7 de la noche apenas. en eso, adelaida iba a la cocina. la sorprendio:

- julieta, a donde vas?  recuerda que a papa no le gusta que salgas en la noche. por los malvivientes y los viciosos de la cuadra.

- tranquila, adelaida: solamente voy con mis amigas a pasar el rato. te aseguro que estare bien. solo dile a  los viejos que fui a un proyecto escolar. que no tardo. ademas, ya soy lo bastante mayorcita para cuidarme.

- ah. bien. les avisare en cuanto lleguen.- replico la chica, algo timida e impotente ante las diversiones maduras de su hermana. asi, julieta  se dirigio a la parada de autobus, donde se veria con ambas chicas.  la noche empezaba a relucir, distante, melancolica. mientras efrain se hallaba en su casa, su esposa alicia observando televisión y aplicandose la secadora en su cabello rizado.

- Efrain...?-. llamo alicia, con un tono neutro y sin matices.

- dime, mujer-. respondió este, incorporándose del sofa. hacia unas horas que había terminado su labor profesoral y ahora se hallaba entretenido  viendo  una serie de terror clásica.  se llamaba nosferatu, el vampiro.

- me parece que debemos charlar sobre nuestro matrimonio, cielo;  noto que cada vez te alejas mas de mi. cuando quiero pasar unos momentos de intimidad contigo.   también, que te  evades cuando quiero  una sesión de sexo contigo. me incomoda  tu actitud...das cualquier pretexto. ¿que sucede?- efrain le miro, detenidamente y apagando el televisor. no podía creer que ella lo había notado sin que el se lo dijera: sabia que su mujer podía ser algo infantil,  superficial, mas no tonta. quería comunicarle el porque de su distanciamiento, pero no tenia palabras aun. ademas, hallándose cansado y meditando acerca del encuentro con su alumna esa tarde no tenia ánimos para debatir. así, solo acertó a decir en forma condescendiente:

- amor, ya nos ocuparemos de eso después.  me hallo cansado e irritable. no seria justo abordar el tema con esta actitud. si quieres, podemos charlar el asunto  mañana en la mañana.

oh, no! no lo creo tan urgente. en fin, quizás tengas razón. que descanses.- así, su esposa le beso en la mejilla, se incorporo hacia su cuarto. efrain asintió con la cabeza unas horas. " en fin, ya hallare la forma de decírselo. esto no puede seguir así." al decir esto, volvió a su mente el recuerdo de julieta:   joven, fresca: figura torneada, pequeña y con un aire juvenil que le mermaba sus prejuicios, sintiendo que le devolvía vigor y pasión de un hombre 10 años menor que el había perdido con el matrimonio e hijos.  así, suspiro. luego, se quedo dormido en el sofá. dkma.