Hablé de tantas cosas...
Miro hacia atrás, no vuelvo la cabeza tan solo pienso y... recuerdo que hablaba de tantas cosas...
Recuerdo al salir de tu casa una mañana, despedirnos con un profundo abrazo y... al marchar miré al cielo, lo ví azul, miré aquel coche, lo ví azul... todo me parecía tan azul que te llamé sin saber porqué, azul. Luego hice un poema, más tarde pinté una canción, después hice un regalo, todo el mundo pendiente del color que te pintaba... y al final, ya lejana a ti, dibujé mis sentimientos y todo... gustó tanto que me llamé lágrima azul solo para recordar cuánto había crecido por dentro en tan poco tiempo.
Otro día hablamos, nos vimos en un sitio en el que yo había pasado muchas horas, muchas veces, llorando, era de noche pero no importaba, el Mar a pesar de ser oscuro seguía siendo mi Mar... miré al Mar, sentí su calma, sentí su arropo, sus olas, esta vez ellas, protagonistas de muchas de mis noches calladas, no veían mis lágrimas, tan solo escuchaban lo que hablabamos... ví el Mar y hablando contigo, de noche, lo ví reflejado en tus ojos, entonces te llamé Mar y te instalé en mi pensamiento.
Otra vez más al salir de una cafetería hacía un día tan bello... cada vez que nos veíamos el Sol de alguna forma nos saludaba, daba igual si estábamos aún en invierno o en pleno verano si era de noche o si llovía, siempre había Sol rondándonos, ese día yo estaba apenada, sospechaba que toda una amistad iba a desmoronarse, nada te dije, nada te insistí, tú hablabas de algo muy parecido a no volver a abrazarme, a no volver a quererme porque ya habías comprendido que no me amabas, yo hablaba, no recuerdo de qué, pero no importaba, por dentro, sencillamente, callaba, callaba y lloraba, me habían dicho tanto... y ahora tú me rematabas.
Al marcharme, al decirme adios, noté tu inquietud, imagino que algo dolido percibiste en mis ojos... a los pocos minutos, me llamaste por teléfono, la próxima vez nos vemos en otro sitio desde el que se vea el Mar, me dijiste, yo te dije, sí, el Mar... las palabras me mordieron por dentro, colgué y me olvidé con tristeza hasta de mis propias palabras.
Una vez... mejor no recordarla, al marcharme y cerrar en voz baja la puerta de tu casa te dejé mi sonrisa prendida en la almohada... te dejé también una frase, ese centelleante humor absurdo que apenas dice nada, tan solo quería decirte, soy un mundo de contrastes, soy para ti todo lo que quieres y a la vez nada de lo que necesitas, te dejé un beso prendido con todo ello, pero no lo percibiste, solo, como siempre, callaste, de nuevo te habías quedado tan solo en el exterior de mis palabras...
Y ahora, volviendo en segundos mi pensamiento al pasado, se quedan enredados en mi pelo: Azul, Mar, Sol, Sonrisa y por un momento, tan solo por un pequeño instante, todas ellas se resumen en una Lágrima. Todas las palabras se ponen en mayúsculas cuando mi alma las piensa para ti.
¿Sabes lo más gracioso?, estas palabras son todas palabras de amor, estas palabras son las que dicen las personas que se enamoran, hablan del Mar de unos ojos, hablan del Sol de una mirada, de una bella sonrisa, hablan de azul, de bellos colores que abrillantan el corazón... y yo...todas esas palabras las fui construyendo en mi vida con inocencia, en casualidades, en retazos de momentos, en lugares extraños, en pellizcos al tiempo y en extraordinarias mañanas. No sabía que eran palabras tan utilizadas, tan sabidas, tan extendidas... no sabía que hablaba de amor cuando las pronunciaba.
Ahora entiendo porque les molestaba tanto que hablara en azules, y que bailara emocionada... ahora entiendo porque al escribir Sol con mayúsculas tú temblabas, entiendo también porque evocabas el Mar, que para mi tan solo significaba lágrimas... entiendo qué escaparate de sentimientos te mostraba... y ahora... ¿cómo te cuento que la vida quiso que te amara sin darme cuenta?, es de locos ¿verdad? amar... sin saber que amas. Tanto te amaba que hasta mi cuerpo se volcó en varios imposibles y ni he podido decirte cuales ni yo los imaginaba.
A veces escucho en los demás que significa Amor Verdadero... y yo me silencio, me duermo en mis pensamientos. Porque si algo puedo decir... es que para mi el amor verdadero ha terminado siendo... ese estrellado cielo con voz de hombre, actitud de amigo y sonrisa de esperanza que estuvo siempre junto a mi vida y le amé con todo mi ser... mucho antes de saber que le amaba.
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Este cuento sí me lo has inspirado tú, sí es para ti... pero yo haré como siempre... lo negaré todo.
Nunca he puesto ningun comentario en tus cuentos pero he decir que este como todos, excelente. Saludos, y continua escribiendo. Angela.-