Tus palabras eran divinas, diría yo que estas elevaban mi espiritu como antes no había soñado.
Entregé mis suspiros, mis sueños, las palabras más increibles que pude haber imaginado, los versos que ni siquiera pude componer a Bety, el primer amor de mi vida, en fin, todo lo inimaginable te lo entregé a tí.
El primer contacto fue extraordinario.
Recorriste por todos los rincones de la red, ingresaste a los chats más increíbles que se hayan diseñado para juntar emociones.
Querías hallarme.
Pero me hallaste no precisamente en la pagina web de un concurrido chat sino en otro lugar, en un nueva invención.
En un chat alojado en el lugar más seguro.
Donde siempre me ibas a encontrar.
Aquel que llevo en el bolsillo a todos lados, sí, aquel que se enciende con ardor en mi celular que compré esperando que ingresaras sin aun haberte conocido.
Llegaste sin avisar.
Estaba en la ducha cuando timbró su melódico ritmo.
Intencionalmente programé en el la canción Historia de Amor, pues su melodía me iba a anunciar que llegaba el amor a mi corazon.
Hola Amor, aun recuerdo tus dos primeras palabras.
Escribías con un delicado nombre llamado Nikita.
Aquel nombre de la serie de televisión.
así te imaginaba, cada vez que tus sentimientos se acercaban a los mios y se desplegaba el más rotundo beso interior que llegaba a ti hasta un lugar que no conozco.
El amor entre ambos creció a una velocidad que elevó mi ilusión.
Despues vinieron las llamadas por teléfono.
Y con ello las excitaciones en directo.
El susurro de amor, el grito orgásmico que te arrancaba con mis palabras.
Me dijiste te amo.
Yo lo te conteste igual.
Mi amor se fundía con los sentimientos de tu vida.
Eramos una pareja feliz.
Me juraste amor eterno sin conocerme y sin conocer, siquiera, como era yo físicamente.
Repetias amor eterno, pues ese era mi nick, mi seudónimo, estaré contigo hasta el final de mis dias.
Sólo sé que llegado el momento nos citamos y nos cruzamos en la calle alegre rodeada de adornos de Navidad.
Lucías un hermoso conjunto de falda y blusa negra.
Un conjunto que se ceñia a tu cuerpo dibujando una esbeltez que me excitaba más.
Pero, lamentablemente, allí terminó el encanto.
Descubriste que mis palabras partian de este ser vivo sin apariencia, con el rostro doblado y confuso por la parálisis.
Con mis extemidades que se arrastraban con dos defectuosas muletas.
Ese era el hombre que se entregabaa ti y decias amar.
Recuerdo que me dejaste abandonado, casi sin fuerza para levantarme del piso.
Al decirte: amor soy yo, AmorEterno, partiste presurosa, corriendo, dejándome en la sombra de mis dias.
No gritaste, sólo te esfumaste.
Desde entonces ya no camino.
Ya no me alimento. Sólo esta ese recuerdo...
que hoy borro de mi archivo interior.

El teléfono no suena, está sin vida y tu perdida en la inmesidad de la red, buscando enamorarte de alguien que te cautive de verdad, tal vez me cambie de nombre y me cruce contigo para que no te escapes de mi amor, y te vuelvas enamorar, pero, ahora, sí, no cuando estes enamorada no me veras más.