Si es verdad, tenía el pelo tan suave como la seda;le cepillaba el pelo de tal manera que mis manos casi no hacain fuerza para deslizar el cepillo.
Era el gran día, el día tan esperado por la mayoría de los niños; era su décimo cumpleaños.
Escogió ese vestido que tanto le gustaba, era naranja, con unos volantes que le resaltaba la belleza de su pequeño cuerpo.Apenas se lo había puesto una vez, parecía una princesa, si realmente lo era.
Al fin llegó la hora, a las cinco en punto, aparecian los niños con el regalo en la mano; y en la otra esa ilusión de pasar todo un día jugando a sus juegos preferidos.
Cuando Angelica abrió el primer regalo, sus ojos se iluminaron, era esa muñeca que toda niña deseaba, era muy linda; con solo una caricia te llenaba de cariño.Así pues siguio con sus regalos, llena de ilusión.
Antes de irse a la cama, le dió un abrazo a su madre y le confeso que su mayor regalo era que estubiese ese día tan especial con ella.
La niña cerró sus ojos, y su madre le susurro muy suavemente en los oidos:
Siempre estaré contigo, aunque sea en tu corazón...después de decirle estas palabras le bajaron las lágrimas por las mejillas, y le dió el beso más dulce que jamás habia dado.
Al despertar la niña lloraba, lloraba de rabia; su imaginación la habían llevado a soñar con tener amigs, con tener a su madre con ella...
La niña cogió el retrato de su madre y con voz temblorosa dijo:
Mama aunque hayas muerto y nunca te haya conocido siempre estarás en mi corazón.
La niña abrazó el retrato con dolor, y rabia al saber que nunca tendría a su madre cerca.
Nunca se aprendería a vivir sin su madre, pero siempre tendrá la esperanza de que su madre estuviese donde estuviese, todo sus cumpleaños, le daría ese abrazo que nunca habñia tenido y que tanto deseaba.