Saboreó cada caricia, sintió cada roce… de sus manos, de su boca… era todo tan bonito y tan especial… era más de lo que ella jamás hubiera soñado e imaginado en sus añorados sueños… había anhelado tanto éste instante, que casi creyó morir de gozo cuando llegó el momento cumbre, cuando su cuerpo y el de Manuel de entrelazados y entregados que estaban no se podían separar…. Quiso que el tiempo se parara ahí, sí… olvidarse de su vida… no le importaba nada… queria querer y se querida, amar y ser amada…

Estaban todavía desnudos, uno junto al otro, ella resposaba su cabecita en el pecho de Manuel, podía y sentía sus suaves latidos sobre su sien… él la acariciaba con dulzura su larga melena… empezaba a clarear… el amanecer estaba a punto de suceder…

Ella percatándose del hecho, le cogió de la mano… cubriendose ambos dos con la sabana se asomaron al balcón para ver , como el sol … como hacía todos los días bañaba con su luz todos los rincones de la tierra… una escena preciosa.. que jamás se cansaría de presenciar…

Sellando con un beso su amor Manuel se dispuso a bajar de nuevo por aquella parra… Aisha apenas podía contener las lágrimas… sentía que se iba algo de ella un pedacito de su corazón, pensó que ya no lo vería mas… no quería ver irse… se volvió…
-Aisha, vendré por ti… acuérdate… no te dejaré aquí sola… confia en mi…-él tenía cara de angustia… pero su mirada lo decía todo, estaba totalmente siendo sincero con ella, la queria… y ella también lo supo… confiaría en él… le esperaría…

Pasaron varias semanas sin saber de él… la angustia iba haciendo mella en Aisha… pero una y otra vez se repetía que iba a venir… todos las noches imaginaba el reencuentro… le quería, se querían… estaban hechos el uno para el otro… el amor era una fuerza que podía con todo… y ella le amaba más que en el mundo.

Estaba acostada cuando una piedrecita la despertó… el ruido de un cristal roto la sobresaltó… era noche cerrada, no había ni estrellas ni luna… y los grillos extrañamente no cantaban… Abrió rapidamente el balcón y miró hacia todos los lados sin distinguir…
-Aisha… soy yo Manuel… Aisha vengo por ti ¡!!- esto último lo dijo tan fuerte que el eco lo volvió a repetir…
-Manuel, Manuel… por fin…
-Aisha rápido recoge las cosas, que nos vamos… no tenemos tiempo, el tren sale…
Aisha desde hacia bastante tenia la maleta hecha, se vistió en un minuto y tiró por la barandilla del balcón la maleta…
-Manuel… ayudame a bajar… - Con gran dificultad ambos consiguieron llegar al suelo… Aisha oyó ruidos dentro de la casa, su padre se había despertado… seguro … tenía un oído finísimo…
-Rápido está despierto, vamos….

Se echaron a la carrera, casi sin resuello llegaron a la pequeña estación de trenes, faltaba un suspiro para que el tren arrancara… cuando….

-Aisha ….¿qué demonios estas haciendo? Vuelve a casa inmediatamente…

Era su padre… un escalofrío la recorrió el cuerpo… se giró y encontró la cara de aquel al que ella llamaba su carcelero… estaba furioso, la dio miedo… vio como en la sien izquierda se le marcaba la vena… no había vuelta atrás se dijo… no volvería otra vez a su jaula…
Con un gesto desafiante y mirándole a la cara le susurró…
-Me voy padre quieras o no… ya no puedes cortarme las alas…Adiós…

Su padre se quedó mudo… sin saber que responder, ella nunca le había hablado así… ni nunca discutió su autoridad…

Aisha se subió al tren donde le esperaba Manuel… ayudada por él entró en el vagón, ya sentados y en marcha vió como su padre seguía plantado atónito viendo como su hija se iba… ella con una sonrisa y el corazón rebosante de felicidad miró a su libertador…

-Manuel hoy es el día mas feliz de mi vida… y te lo debo a ti… tú me has dado fuerzas para dar este paso…

Él respondió besándola con infinita ternura… era mas de lo que ella había imaginado… Sus manos entrelazadas… Sus bocas tocándose y sus corazones estaban unidos para la eternidad….