Arión venía de Methymna (Metimna), en la isla de Lesbos, y fue un famoso cantante y auténtico virtuoso con la lira. Pasó gran parte de su vida en la corte de Periander (Periandro), el tirano de Corinto, figura histórica que reinó entre el 625 y el 585 a.C. En algún momento de su vida viajó por Italia y Sicilia. Cuando quiso regresar a Corinto, se embarcó por motivos de seguridad con una tripulación de ciudadanos de esta localidad. Pero esto fue un grave error, ya que los navegantes le robaron sus pendientes y casi lo arrojaron por la borda. Arión suplicó que no lo matasen y pidió cantar una canción en la cubierta de popa como última voluntad. Los marinos no se negaron a ello y, después de cantar un aria dedicada a Apolo, Arión saltó por la borda. Poco después, un delfín acudió a rescatar al náufrago, llevándolo hasta la orilla del Peloponeso. Arión viajó hasta Corinto y le contó la historia a Periandro, que lo escuchó atónito. Cuando los navegantes le aseguraron al tirano que habían dejado a Arión en Italia, el cantante apareció y todos quedaron en evidencia ante la mentira que le habían dicho.