El hombre leyó detenidamente la carta donde ella le decía que ya no lo amaba, que estorbaba en su corazón, que por favor fueran amigos y que se consiguiera una mujer mejor que ella, y todos sabemos que cuando una mujer dice eso es porque ella ya tiene o piensa conseguir un hombre mejor que uno.
Así que el hombre lloró, como solo llora un hombre al darse cuenta que la amaba, pero justo el sía que ella lo abandonaba, como nos suele pasar. Después de que sus salobres lágrimas cayeron sobre la misiva hasta volverla ilegible, el hombre decidió escribir su carta de respuesta que decía lo siguiente:
Ahora, ahora que dices que no me amas, ahora que ya nada importa, ahora que estorbo en tu corazón, quiero pedirte solo un último favor, te sonará infantil, poco original, que todas las parejas lo hacen, pero aún así: regrésame absolutamente todo lo que te di, todo, no te quedes con nada mío y punto.
Regrésame las cartas, los poemas, las canciones, las palabras, los cuentos, los muñecos insulsos de peluche, las credenciales, la guitarra, mi bicicleta, mis libros preferidos, una cauchera, un trompo, unas rosas marchitas, las estrellas que contamos, las caminatas por el parque, mis enojos..., todo, regrésame todo lo que te di, no te quedes con nada mío y punto...
Posdata: Por último te pido, si no es mucho pedir, que con todo lo anterior, regresa tú también.
Creo que cuando te dejan de querer ya no hay nada mas que hacer solo te queda hacer algo por ti olvidar e intentar ser feliz otra vez aunque creas que esto no es posible con el timpo lo será.