Pero mi amor que haces. Te has puesto esos pantalones que te quedan tan grandes. Ponte una correa que se te van a caer.

Está bien . . . esta bien, lo haré, pero déjame echar esta ropa en la lavadora, que solo tengo dos brazos.

Déjame ayudarte . . . dame acá. Pero déjame a mí, yo lo hago.

Comienzo yo a tratar de quitarle la ropa y el hala para el otro lado.

Estáte quieta, déjame que se cae los calzones. Qítate que me enredo en la mangueraaaaaaaa. Por tu cul ...... paaaaa.

Mi amor que te pasóooo. Estate tranquilo que yo te ayudo. Mira para eso ja ja ja ja te ha caido mi ropa en la cara.

No te rías . . . deja ver si te caes tú también.

Ella trata de levantarlo, pero el piso está mojado y ...... aaaaaaaaaa. Cae sobre él, resbalan el se sostiene de la llave del agua, se rompe la llave. Se han mojado, comienzan a tratar de levantarse uno al otro.

Ella al tratar de levantarse le pone el pie sobre la cara. El sale gateando pone la mano y paffff se resbala en un jabón.

Pero que es este reguero, cuantas veces ... (ella mira hacia afuera y la vecina que escuchó el escándalo viene a ayudarlos.

Que les pasó ...... Oh noooooo, mira a tu marido, que descarado. (se le habían caido los pantalones)

La vecina sale corriendo. Son unos descarados. Voy a llamar a la policía. (les cierra la puerta.

Viste lo que te dije. Que pensará la vecina de nosotros.

(están todo mojados, se sientan en el suelo) ella le pasa la mano dulcemente por la cara secando las gotas de agua, se acerca y lo mira. Mi amor ...... (comienzan a reirse, y se abrazan dulcemente.

Ay Nena . . . porqué no regresamos a nuestra habitación.

Nota autor: Este cuento lo tuve bajo el seudónimo de Lucía R. Corujo