Billy y Brenda llegaron al castillo de Danmark. Era realmente bello. Idéntico a un castillo medieval. Había lechos de flores a los dos lados, y se presentó allí el Consejero Real, Guntergrass. Guntergass era un sabio mago. El viejo consejero le dijo:

- Cómo te ha dicho Brenda, tu eres el único que puede salvarnos. Pero debes ir al Lago Dorado donde vive la diosa de las aguas Cindy De-Baar, e ir a pedirle la espada Tuhrman. Con ella podrás ser invencible. Mis Jinetes de Rohrim ya están listos para la batalla.
- De acuerdo, Guntergrass. Cumpliré mi misión y Brenda me ayudará.

Billy se montó en la yegua y fueron en búsqueda del Tuhrman, la espada más poderosa que existe.
Recorrieron montes, montañas, prados, valles y bosques. Finalmente llegaron al Lago Dorado. Era inmensamente grande y bello. Sus aguas parecían doradas. ¡Por eso se llamaba Lago Dorado!

Brenda acudió al borde del lago y pronunció una palabras en una lengua Rohrian antigua:

"Cindy De-Baar, Denek Toar
Ahsmet sind um Kadiir
Queeneean Varek Daar
Cindy De-Baar Ten dahir"

De las aguas aparecía una bella mujer. Tenía ojos verde azulado, el cabello dorado y tenía recogida una larga y rubia cola de caballo. En las manos tenía una espada de oro, de rubíes y piedras preciosas. Billy quedó fascinado tras le belleza de aquella especie de diosa del agua. El se dijo:
­-¡Es Cindy De-Baar! ¡Cindy De-Baar!
La bella mujer comenzó a decir:
­- Bienvenido, Billy. Soy Cindy DE-Baar la diosa de este lago y la guardiana del Tuhrman, la espada mágica. El Tuhrman es una legendaria espada que es la única que puede vencer a los Konet y devolver la paz al Reino de Rohrian.
­- ¿Estas segura de que sabre manejar esa espada?
­- Sí. Tu eres el único que les puedes salvar. Te hago entrega de esta espada. Pero luego, cuando ya hayas cumplido tu misión, deberás devolver la espada al lago, que aquí debe reposar.

Cindy le entregó el valorado Tuhrman y el niño se lo miró con ansia. La cuchilla era de metal y el puño era de un oro intenso. Tenía tres rubíes, tres zafiros y una piedra en el centro. Ese objeto le sonaba familiar. ¡Ahora se acordó del libro! En su libro El Viajero de Sueños había dibujada una espada surgiendo del agua y una mano que la cogía.
­- ¡Estoy decidido!
­- Buena suerte, Billy. No te olvides de la espada. Cuando ya hagáis vencido, déjala en mi lago. Allí nació y allí deberá seguir.

Viendo cómo se sumergía poco a poco, Billy se subió en Brenda y emprendieron la marcha a la ciudad más importante de Rohrian, Rohr.
Después de recorrer bosques y montañas, Billy y Brenda llegaron a las afueras de la ciudad de Rohr. La ciudad estaba contenta ese día y Billy se bajo de la yegua para descansar un poco. Pero
toda la gente se acercaron a él y le hicieron entrar en el gran comedor del castillo. Se sentó en la mesa y se encontró con un manjar exquisito: todo tipo de espaguettis, croquetas, pollo, pavo, tortilla de patata, sopas con buen gusto, etc... Y el postre variaba de helados, flanes, gelatinas, fruta...
- ¡Uy, quebien!

Este cuento continúa... no os perdáis la siguiente.