I
De repente sintió algo, no sabía bien a qué podía corresponderse aquel sentimiento, él nunca había sentido algo así. Pero de repente, no logró centrar sus emociones y condensarlas en una sola, se le desparramaban los impulsos, nada era como antes, él, de repente, a la altura del pecho había sentido algo.
¿qué me pasa? se dijo con voz de preocupación, ¿Porqué necesito levantar la cabeza y mirar por encima de la verja de mis miedos?
De repente, sintió algo, le oprimía el corazón, parecía un infarto, pero su corazón latia a ritmo adecuado. Era enfermedad en su alma. Se levantó despacio, se acercó a la ventana, miró al suelo y por un momento creyó ver dibujado un rostro. Era ella y. ¡¡estaba llorando!! Suspiró profundo y tomando una acertada decisión, sin pensarlo más, saltó.
Atravesó corriendo el campo y llegando a su puerta dijo con voz inocente. ¡Soy soy!!, ¡soy yo!, tan solo vengo a pedirte perdón. No quise hacerte daño ¿me perdonas?
La puerta se abrió y el llantó cesó.
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II
Entró muy despacio en aquel lugar, le traía tantos recuerdos. Por entre las rendijas de la habitación se filtraban los rayos de sol, apenas aquella luz le dejaba distinguir algún mueble, alguna silueta recortada. ajena, muy ajena, muy lejana. Se acercó a la cama, se sentó. Todo le resultaba extraño. Lentamente, con abatimiento, se levantó. Entonces, de repente oyó una puerta chirriando entre abierta y tras u instante un portazo sonó limpio. Agudizó los sentidos y por un momento creyó percibir que el sonido de una ventana abriéndose suavemente le anunciaba el hecho de que sus sentimientos, simplemente estaban entre corrientes.Cerró la puerta y comenzó a respirar sano.
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I
Se miró al espejo. Con un dedo dibujó un corazón sobre el reflejo de su rostro. Se detuvo un instante. Suspiró profundo. Tomando fuerzas, emborronó con su aliento la imagen acristalada de sus ojos, sus labios, sus pómulos. Por un momento viendose borrada se vio guapa. El vaho fue desapareciendo poco a poco. Cuando volvió a ver su rostro, ya se había maquillado los golpes de ese día. Todo está bien, pensó.
El espejo guardó por dentro la mentira.
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IV
Siempre competían, se miraban desde lejos e íntimamente cada una pensaba ser más bella que la otra. Un buen día la más mayor le dijo a la otra: no sé como puedes pensar que eres bella, a veces tus depresiones me exasperan, vives sin vida, sin color, mírame yo siempre altiva y hermosa, como muy natural, no decaigo. La otra respondió: yo no sé como puedes pensar que eres más bella tú, tienes brillos sospechosos, siempre tiesa dando la misma cara ficticia todos los días, eso no puede ser bello, en cambio yo soy autentica, no se aprecia mi valor real pero valgo mucho más que muchas que son como tú.
¿Porque no lo dejáis ya? dijo entonces el jarrón de porcelana, tú eres natural y tú artificial, pero a ambas os llaman flores.
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V
Cada vez que te recuerdo se me ensancha el corazón.
Cada vez que te pienso, por dentro, las entrañas me crujen de ilusiones, siento escalofríos de placer, debe ser algo parecido a la felicidad, sí, lo es. No logro recordar los malos momentos, solo aparecen sonrisas. Cuando perdono una espalda, llevo siempre tu nombre escondido en mis labios. Cuando rechazo, mi mano se suaviza recordando tus rechazos, dolieron tanto no quiero que nadie los sienta igual.
Cada vez que siento tus pasos caminando junto a mi, aunque no te vea, el día se me hace más bello, el mar se me advierte más inmenso y el amor, aunque no es el tuyo, se me vuelve más cercano.
Cada vez que te sueño, ay, ¡cada vez que te sueño! todo se me hace dorado, tus besos, tus ojos, incluso las lágrimas se me antojan bien hermosas y brillantes cada vez que te sueño.
¿Qué haces? expresó una voz confusa que había estando escuchando tan ensalzado monólogo.
Nada, solo estaba hablando en alto mientras tomo el Sol, hace un día tan azul.
Pero.pero ¡si está lloviendo!!
Sí, llueve a mares, con un azul tan intenso.
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Un abrazo para todos los que gustan de leer cuentos.