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Los Andes y la soledad

En la lejanas cumbres, cerca del limite con Chile,en Alvarez Condarco recorria la desolación cercana al paso, donde el Gral San Martin cruzó los Andes. Esos muros de piedra donde la soledad extrema, solo llega el oido de dios. Donde la moral de un hombre tiene que ser fuerte, esos parajes solo ve algun hombre en mula caminando por allí; se encuentra con un viejo conocedor de la vida, digo conocedor por no decir sabio. Esos muros de roca macisa donde el condor pasa, me hacia recordar aquel encuentro latinoamericano entre O^Higgins, y San Martin tratando de liberar del yugo español a sus conciudadanos. Llego a recordar a Simon Bolivar segun decian murió pobre, quiza donde en todos lados exista o existe la traición. Llego a un lugar donde un viejo con pocos dientes, barba rala encanecido y arrugado por el frio y el sol de la zona. El viento del pacifico cruza toda esa inmensidad, me aparto bajo de la mula, y pienso sobre ¿como se puede vivir allí? el decia la naturaleza es sabia cuando le llama a uno tiene que acudir apresuradamente. El cielo avisa y la tierra clama eso lo llaman los chinos el ying y el yang. El cuerpo, espiritu y corazón de un hombre. Todo se magnifica los sentidos el oido, el tacto, la visión el olfato. Junta leña uno cuando hace mucho frio calienta algo para beber, lleva alguna ginebra para tomar para calentarse uno mismo. Alguna mujer sola donde el único amor sea su soledad y templanza ante la vida. Alguien dijo una ves, lo pequeño se hace grande ante la naturaleza. Cuando le pregunté aquel viejo descendientes de los indios huerpes, ellos habitaban en la pcia de San Juan Argentina, junto con los diaguitas. El decia: La tierra clama venganza ante la destrucción de la naturaleza. Quiza uno lo ve como un loco, pero viendo el aumento del calor en la tierra, los cambios climaticos es una verdad actual. Recordé por primera ves y lo comparé salvando las diferencias con el Himalaya donde los budistas acogen a los europeos para retiros espirituales.
Allí perdido ese hombre enjuto, ví por primera ves unas cuevas naturales donde se aguarecen los pumas. dormí y comí en una casa de un hombre de la gendarmeria. Conoci a una descendiente del chacho Peñaloza para quien no conoce ha sido un caudillo que peleó contra los españoles. todo esta allí la vida, la muerte lo bello, lo feo. uno aprende que los extremos se tocan, es decir el alto se hace bajo, la verdad puede ser mentira a los ojos de otros. Alli uno aprende que nunca se llama a la muerte, lo que mata es la envidia del hombre, pero mas la infelicidad de muchos que creen ser felices. Pero lo maximo que aprendí fue como dijo algun filosofo que no recuerdo su nombre, " Solo se que no se nada".
y yo agrego la sabiduria es saber que la muerte no es absoluta como la vida tampoco es absoluta, es decir uno siempre consigue la inmortalidad a traves de los hijos. Por eso es preferible el bronce que el oro. El bronce es lo que deja como huella en la vida, el oro es lo que la rapiña saca a otros.
Datos del Cuento
  • Categoría: Aventuras
  • Media: 5.23
  • Votos: 70
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