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Categoría: Infantiles

TUTI

Cuando Tuti le dijo a Belén que no tenía sueño se dio cuenta que su hermana menor estaba bien dormida.

Toda la casa estaba en silencio. Y a pesar que tenía tan sólo ocho años, y ya era pasada la media noche, Tuti se levantó y salió hacia el baño para tomar un poco de agua… Cuando abrió el caño y vio que no salía agua, pensó que algo muy raro pasaba…

Cuidando que sus padres no despertaran, la niña bajó las escaleras hacia el comedor de su casa, buscando en la nevera una gaseosa que apagara su sed… Antes de llegar al comedor tuvo que pasar por la sala, y cuando estaba por abrir la puerta, vio que de una de las otras puertas de la casa desprendía una luz que se desparramaba por los bordes… Tuti era muy curiosa y el miedo le gustaba sentirlo, por lo que se acercó hacia la brillante puerta y la abrió…

La niña percibió un calorcillo que la empujaba a cruzar aquella puerta... Tras ella, había un gran bosque brillando por el Sol, lleno de aves silvestres y animales inquietos… Tuti sonrió y pensó que sería mejor volver a la cocina, beber una gaseosa, para luego dormir… Cerró la extraña puerta y se dirigió hacia la cocina, pensando en la historia que le contaría a su hermana, a sus padres y a su amiguitos…

Cuando entró en la cocina se dio con la sorpresa que no había un solo mueble, ni siquiera estaba su perrita “Noya”, no había nada más que el piso y las paredes… Inquieta, cerró la puerta y fue hacia su cuarto para tratar de dormir, pero cuando llegó, pasó lo mismo que en la cocina… no había nada más que el piso, las paredes y el techo… Y lo mismo fue con el cuarto de sus padres y el resto de su casa.

Inmediatamente bajó hacia la puerta de entrada a pedir ayuda, y cuando la abrió la puerta de su casa vio que aquel bosque verde y sol brillante que viera anteriormente estaba tras la puerta… Esta vez se atrevió a cruzarla y cuando dio unos paso, indecisa, decidió volver, pero cuando volteó se dio cuenta que toda su casa había desaparecido…

Allí estaba Tuti, en medio de un gigantesco bosque, y de pronto, comenzó a llover sin parar… Tratando de protegerse, salió corriendo hacia los árboles que apenas ella los tocó, los árboles le dijeron: “¿Quién eres tu?” Tuti les dio su nombre, y les contó lo que estaba sucediendo, además, de contarles que se sentía muy sola… “¿Sola?”; respondieron los árboles…”¿Y nosotras, las aves, el sol… acaso no puedes vernos?”… Mientras Tuti escuchaba hablar a estos gigantes de madera, una de los cientos de aves que volaban de un lugar a otro, se puso en su regazo y le dijo: “Tuti… no deseas volar con nosotras?”… “Si, mucho, pero, no tengo alas…”; respondió ella… “Pero Tuti… solo tienes que desearlo y tendrás tus alas…”

La niña cerró sus ojos y deseó volar tan alto como las águilas, y cuando abrió sus ojos se vio convertida en una hermosa y blanca águila… que inmediatamente comenzó a volar a gran altura en compañía de uno de los cientos de aves que como niños jugaban con los vientos celestiales… Atravesando las nubes, para liego caer en picada como flechas… Viajaban como los rayos del Sol, hacia él, que las miraba como si fuera su padre…

De pronto, la niña comenzó a sentir sed y le dijo al ave:”Tengo mucha sed… Acaso también debo desearlo?”… “Solo eso debes hacer Tuti, solo eso…” Fue entonces en que la niña deseo ser un pez, de tal manera que pudiera saciar su sed y estar siempre fresca…

El sonido de ¡Splash! la hizo darse cuenta que estaba dentro de un océano, y sin perder un momento comenzó a bucear de un lugar a otro… y cuando se cansaba salía dando saltos por los cielos como si fuera un trapecista de un circo… Los peces del mar se le acercaron y le invitaron a viajar hacia las cuevas más profundas del océano… Fue hermoso, ver como penetraban a través de esa nebulosa celeste y encontraban pececillos de colores vivos, que se le acercaban y le entraban por el su boca haciéndole cosquillas… La niña se sintió tan protegida que pensaba quedarse eternamente en aquel lugar…

Fue entonces que vio a una ballena en compañía de dos ballenitas que lactaban de sus pechos, y Tuti, recordó a su familia… y se dijo: ”Si deseando puedo obtener lo que sea, entonces desearé estar en mi casita con mi hermanita, mi mamá, mi papá y mi perrita…”

La niña comenzó a ver un brillo especial en la superficie del océano, y sintió un impulso por seguir aquella luminosidad… Cuando salió, se dio con la sorpresa que cruzaba por una puerta, dejando atrás todo aquel mundo mágico de seres animados…

El sonido de los pasos de sus padres le hizo entender que estaba nuevamente en su casita… Los primero que sintió fue a su perra que se abalanzó sobre ella tumbándola sobre uno de los sillones, y mientras le ladraba le lamía el rostro… Luego, llegaron sus padres y su hermanita Belén que asustados pensando que era los ladrones, vieron a Tuti que en medio de la sala jugaba con su perra en plena oscuridad de media noche…

La niña, después de ser reprendida por sus padres, le hicieron prometer que no volviera hablar ni pensar en cosas tan fantasiosas como el haberse convertido en ave y en pez… y en niña nuevamente… Tuti, les prometió no volverles a hablar de esto, pero… algunas noches se levantaba y miraba por la ventana de su cuarto hacia una estrella muy lejana, diciéndole que deseaba jugar con ser una estrella como ella…



JOE 24/02/04
Datos del Cuento
  • Autor: joe
  • Código: 7360
  • Fecha: 25-02-2004
  • Categoría: Infantiles
  • Media: 5.7
  • Votos: 60
  • Envios: 0
  • Lecturas: 2729
  • Valoración:
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