Era mayo, hacia un calor infernal en la ciudad, mientras unas densas nubes oscuras se formaban en el cielo, iluminado por tenues rayos solares, dispuestos a extinguirse por un día más…

Yo fumaba un cigarro con la paciencia de un ermitaño, degustando cada una de las bocanadas, como queriendo morir, pero sin querer hacerlo en serio…

El sol, con sus tonos rojos y rosados llenaban el cielo de raras mezclas de color, las luces de la ciudad comenzaban ya a encender, la lluvia no tardaría en comenzar a cubrir todo de gris…

La depresión comenzó de nuevo, la nostalgia por tiempos pasados comenzó a hacer de las suyas, mi cabeza, de por si ya a atiborrada de problemas, daba vueltas a esos problemas insolutos, que yo dejaba se acumularan, para hacer mi vida aun mas miserable y autocompadeciente…

Pensaba en el tiempo desperdiciado durante mi corta y austera vida, mientras la ceniza volaba desde mi ventana, podía ver como el caliente aire la llevaba lentamente girando en un frenesí de giros y vaivenes, hasta que placidamente caía sobre el antepecho de otra ventana… era raro, toda la ceniza iba y caía exactamente en el mismo lugar… la segunda ventana del tercer piso del departamento siete…

Desde mi ventana en el sexto piso, se podía ver claramente como se encendían las luces de la ciudad, y así, absorto, seguía fumando… pensando en lo efímera de la vida… en las personas que caminaban abajo en la calle… en el ir y venir de autos… todos ajenos a mis problemas, y cada uno con los suyos propios…

El tronar de las nubes me hizo voltear hacia el cielo…

Quede petrificado…

Entre las nubes…

Una enorme sombra…

Enorme, siniestra e irreal sombra…

No sabía que hacer, ni que decir… mucho menos que pensar…

Me quede tieso, frió y sin una idea conciente en la mente…

No sabía si quería huir, reír o llorar…

O rezar…

No lo podía creer…

Estaba ahí, real y monstruosa… había truenos y relámpagos surcando el aire… la lluvia le acompañaba… el viento llego con el batir de sus gigantescas alas…

Yo, aun no podía respirar…

Las nubes cubrieron al sol con sus negras formas… de pronto se hizo de noche… hizo frió… y las aves dejaron de volar… los perros con lastimeros aullidos enmarcaban el irreal, tétrico y fantasioso cuadro…

La enorme sombra, de pronto remonto hacia el oscuro cielo teñido en rojo… y desapareció…

La lluvia cubrió su huida… el viento dejo de resoplar, los perros dejaron de aullar, y el sol de brillar…

Todo se veía como otro día normal… poca gente caminaba en la calle… aun sorprendida por el tenebroso espectáculo, muda y pensativa, pareciese que en su cabeza no podía aun identificar si había sido real o no… únicamente atinaba a santiguarse una y otra vez…

En mi mente no dejaba de ver ese horrible aleteo… ese viento helado que me golpeo en el rostro… ese tronar de nubes y golpear de relámpagos… y el sabor tan salado de las gotas de lluvia que caían en ese momento…

Pensé en santiguarme al igual que la demás gente…

Pensé en realmente arrepentirme de mis pecados…

Esa visión me dejo más perplejo y con más dudas que antes… mis creencias y mis escepticismos ya no me servirían a partir de ese momento…

Todo en lo que había creído se había esfumado en un abrir y cerrar de ojos…

A partir de ese momento ya nada servia… era ya otro ser humano muy diferente al de unos minutos antes…

Las cosas se veían desde otra perspectiva ahora…

Entonces encendí otro cigarro y me dispuse a ver como la ceniza giraba y descendía hasta la segunda ventana del tercer piso…

…

rageus…