Ayer, marchas pero persistentemente reapareces…ayer, resides aquí hoy de nuevo. Mi madurez y memoria cada vez más cercanas a la niñez, perciben los retratos en blanco y negro, algunas fotografías que aun conservo, me trasladan ineludiblemente a aquellos días. No se por qué se esfumó el color de mis recuerdos. Tal vez por la dictadura gris, de las calles de la ciudad, avasallada por la tiranía del desconocimiento. Corría sangre de represión y torturas…sin embargo hubo gente que no llegaron a enterarse, hombres y mujeres que llegaban de otros pueblos, con sus hatillos y maletas de cartón a cuadros, con la ilusión en sus rostros, los rezos de la noche y con sus pequeños ahorros obtenían una parcela, para construir una barraca en el somorrostro, o en las chabolas del Carmelo. Los más afortunados lograban comprar un piso en la periferia y encontraban una faena digna, en la que no tenían que partirse la espalda 48 horas al día, y esto significaba prosperidad en sus vidas… aquí comenzaba la época del consumismo y el materialismo…muy descuidadamente llamada “la era del bienestar”. La sociedad que no vivía la realidad política, era feliz en su precariedad… si lo comparábamos con las obligaciones en el campo Catalán y sus ingratos frutos…o la aquejada falta de empleo de Extremadura y Andalucía.
Todavía conseguimos llegar a tiempo, de subirnos a los últimos tranvías de Barcelona. A la venida de la televisión, recién instalada en ciertas casas pioneras. Todos: parientes, conocidos, amigos, vecinos…todos reunidos alrededor del aparato rectangular, viendo o deglutiendo la vorágine de programas que emitían en el único canal que existía (poco después llegó el UHF, el segundo canal)
Series como “El Santo”, “Viaje al fondo del mar”, “Embrujada”, “Bonanza”, “El virginiano”, “El túnel del tiempo”, “Tierra de gigantes”. Documentales de Félix Rodríguez de la fuente por citar uno, concursos como “Cesta y puntos”, “Un millón para el mejor”, “Reina por un día”. El Teatro de “Estudio1” y nombro la magnífica obra “Doce hombres sin piedad”. Las series Españolas y cito “El Conde de Montecristo”,”David Copperfield”, “Los Tres Mosqueteros”…
La Tele era una radio visual…se escuchaba y se veía, aquello era fantástico. Por estos días aparecieron los melenudos que venían de Ibiza y Torremolinos. Los modernos yeyés bailaban en los guateques y en las boites. Escuchamos a Serrat, Los Sirex, Los Pekenikes, Marisol, el Dúo dinámico o Manolo Escobar. Massiel con el “lalala” ganó Eurovisión. De las bases americanas de Rota y Torrejón nos llegaron los ritmos del Rock & Roll
Todos vimos la retransmisión de la llegada a la Luna. Todos dimos ese paso gigantesco (o creímos darlo). El coche huevo dejó paso al 600.
Las familias conocimos por fin el Mar y nos bañábamos en las aguas de La barceloneta o en Castelldefels. Los domingos, íbamos al monte “de picnic” a merendar, y a echar la siesta bajo la sombra de los pinos.
Alejándonos, de ciertas sombrías fachadas del entorno más represivo de la época, y mirando atrás sin ira, creíamos avanzar en la evolución de la humanidad…dudas y reflexiones razonables, que nos hacemos en la actualidad. Quizá nuestro estado fuera catatónico…Claro que yo nací en 1960, así que no intentéis culparme a mi. ¡Ja, Ja, Ja! Puramente fui “cordón umbilical” en esos años, los de la tierna infancia.
-23 Julio 2009-