Es domingo y don Panchito se ha levantado temprano se tomo el cafecito de la mañana con su inseparable cigarro permaneció un rato sentado se levanto y cosa rara se baño se rasuro se puso ropa limpia y de nuevo con otra tasa de café y otro cigarro se sentó en su silla de junto a la ventana impaciente vio el reloj y se puso a recordar.
Hoy es el día del aniversario de boda y quiere oír misa como lo hiciera con su difunta esposa que en paz descanse, cada aniversario para renovar las promesas matrimoniales decía ella y lo hacia asistir a misa al menos ese día al año pero todavía es muy temprano, hay que esperar un rato.
Café y cigarro en mano en su silla de junto a la ventana sus recuerdos empezaron a llegar, recordó su boda que fue de las mas lucidas del pueblo, él con sus mejores trapos ella vestida de blanco con ramo de flores y todo, la iglesia del pueblo estaba a reventar, el estaba tan nervioso que casi se zurra en plena misa, pero al fin paso y vino el banquete, avían matado para la comida dos cochinos y una vaca porque la fiesta duro tres días y dos noches y no se fue ninguno de los invitados hasta que se acabo y todavía sobro comida porque la bebida que no falto se termino hasta la ultima botella solo quedo media botella para curársela después de la borrachera.
Y así fue recordando los aniversarios de boda como para cuando acordaron ya eran mas de cincuenta, recordando como fue transcurriendo la vida junto a su difuntita esposas que en paz descanse paso un rato y con sus pensamientos de otros tiempos sin darse cuenta se quedo dormido.