Había una vez una bella reina que se llamaba Sofía, y tenía dos hermosas hijas que se llamaban Dania y Caro.
La reina y las princesas vivían muy felices en un bello Castillo de Diamantes, todo era dicha y felicidad dentro del Castillo.
Hasta que un día, el malvado brujo Federico, que le tenía envidia a la reina, pues queria el hermoso "Castillo de Diamantes"
Se robó a las Princesas y se las llevó a su feo y oscuro castillo.
La Reina se quedó sola y triste
Mientras que el malvado brujo tenía a las princesas encerradas en la torre de su horrible castillo.
A las princesas les gustaba bailar y el brujo las tenía amarradas para que no lo hicieran.
Además a las princesas las cuidaba un feo dragón que escupía fuego por su enorme boca.
Y así pasó el tiempo y un día llegó un lindo ángel hasta la reina.
"no te preocupes hermosa reina Sofía yo te daré la espada del amor y la armadura de la verdad y con ellas podrás vencer al malvado brujo Federico".
"gracias lindo ángel"
dijo la reina Sofía, se puso la armadura y agarrando la espada corrió a liberar a sus hijas.
Así llegó al castillo del malvado brujo.
"grof, grof, no te dejaré pasar"
gruñó el terrible dragón lanzando fuego por su horripilante boca, pero la reina valientemente con su espada acabó con él.
Pudiendo así liberar a sus hermosas hijas,
no teman mis pequeñas, pronto nos iremos de aquí
Pero las princesas estaban embrujadas:
y dijeron "no queremos ir contigo, Federico dice que eres malvada".
Cuando llegó el brujo lanzó un hechizo contra la reina
Por la cola del lagarto que te conviertas en polvo.
El hechizo rebotó en la armadura de la verdad de la reina
Federico gritó " Ho, no, me convierto en polvooooo..
Al desaparecer el brujo, se esfumo el hechizo de las princesas
mami, mami, te queremos mucho, dijeron las princesitas
Y como por arte de magia se encontraron todas en el Castillo de Diamantes, cantando y bailando y vivieron felices para siempre.
FIN