Mujeres....
Nosotras mujeres, fieras guerreras de la vida, dadoras incondicional de amor, paciencia, comprensión y entendimiento, que con dolor y esfuerzo vamos llenamos nuestros más íntimos espacios, esos a los que solo nosotras sabemos acceder. ¿En que raro mundo nos movemos, no?. Nos surcan barcos de tan pesada carga, que casi nos dejan sin movimiento, otros más ligeros, pero con cascos duros, tan duros que van dejando estelas de dolor a medida que avanzan.
Somos corrientes de agua, que mantienen siempre fresco y en movimiento nuestro entorno, océanos de emociones y conocimiento. He llegado a conocer a través de este impersonal elemento valiosas mujeres, si esas guerreras de la vida, que a través de esta pantalla blanca muestran sus más íntimos mundos, mundos creativos, mundos de entrega.
Por supuesto que los tan respetados hombres poseen a raudales estas cualidades de desarrollo interior, de entrega, pero la diferencia es que a ellos se les esta permitido estar horas en silencio, eso no es raro, ¡es un hombre!, pueden gobernar países y hacer misas, por supuesto ¡son hombres!.
No soy feministas ni nada por el estilo, me encantan los hombres, por alguno de ellos he florecido, es solo que estoy gratamente sorprendida, estoy simple y sencillamente contenta, por el mero hecho de descubrir que hay campos sembrados de exquisitas semillas en muchas de nosotras, que hay una creatividad que grita ¡Hey, acá estoy, sácame!, Que en el silencio, cuando ya todo esta en orden, cuando todo esta tranquilo, se dan esa merecida licencia para dar salida a aquello que llevan adentro.
Luchadoras de la vida, guerreras de emociones, si sobre todo eso, peleamos arduas batallas con nuestras emociones, con las que gritan ¡mándalo al diablo!, o ¡pobre, esta tan cansado!, o ¡si mi amor, si mi niño lo dejo todo por ti!, tu eres mi vida y mi aliento, te di la vida y desde ese momento ella te pertenece, y dejamos una vez mas ese rico mundo guardado para otro momento.
Estoy orgullosa de todas Uds. mujeres incansables, creadoras innatas, luchadoras eternas. Estoy orgullosa de ser una de ustedes, mujer, madre, amante, sembradora de sueños.
Ojala sigan por siglos creciendo, sembrando semillas de árboles bellos, que den sombra, alimento y descanso a quien se cobije en ellos, sin importar lo que seas, sin importar si eres pobre, si eres hermosa o por fuera fea, que no paren tu camino si te sientes vieja, si no pariste hijos o pareja no tienes, ¡Que importa! Si todavía siembras esos árboles que darán cobijo, que entregaran sueños con tus bellos poemas a quién los lea, si en la huella que dejas otros podrán cortar las flores que siembras y así embellecer la vida que llevan.
Se dan cuenta, lo grande que somos, se dan cuenta todo lo que entregan, todo lo que llevan adentro.
Aunque tiene cierta connotacion feminista, este tipo de meditaciones fortalece el espiritu femenino, ante todo tipo de dificultad que suele darse en la vida. Sigue profundizando en este campo para beneficio de otras que pueden tener su atoestima depreciada.