Anoche tuve un sueño, y se lo voy a contar a ustedes.


Soñé que vivía en un lugar precioso, en una hermosa ciudad de mi país (españa), en una época donde se veían esos tintes de integración en Europa, en la Unión Europea. Arrastré mi mano por encima del cristal empañado, y vi a una madre llevando a su hijo al colegio, a un hombre de negocios, con su gabardina y su paraguas, a un mecánico en su taller, saludando a su preciosa mujer... vi a la ciudad bullendo de vida. Era hermoso.
Con mi paraguas y mi chaquetón, decidí salir para tomar el aire y visitar aquella ciudad en la que me había despertado. Mientras andaba por la calle, de algún lugar, llegó a mis oídos una música folclórica y deduje que aquella ciudad debía estar en fiestas. Entonces, guíado por la melodía llegué a una gran plaza, repleta de gente, de niños jugando felices, y donde pude ver a unos mozos y mozas realizando una danza tradicional, las sardanas, y también ví como realizaban los "castells" tradicionales. Y, sorprendido, pude ver cuatro banderas en la plaza, la de europa, la de españa, la de cataluña y la del ayuntamiento.
En cuanto pude, le pregunté a un hombre de mediana edad de por allí," Oiga, ¿Como que han hizado la bandera Española?", sin dudarlo, me contestó, "Porque es el país al que pertenecemos todos los catalanes, caballero", y le volví a preguntar "¿Y sus identidades cultrales, su nacionalismo?", me respondió "¿Cómo?, dios santo no mezcle nuestra cultura con la política. Somos catalanes, tenemos apego por nuestra tierra, nuestra lengua y nuestras costumbres, pero, ante todo, somos Españoles, y europeos"
Estupefacto, seguí mirando el espectáculo, y escuché los himnos de la Unión Europea, de España y el catalán (El segador). Fue precioso.
Entonces, retomé mi camino por las calles de aquella ciudad, y llegué a un parque. En él, vi muchísima gente contemplando a un hombre,vestido de blanco con boina roja, bailando una jota vasca. Era una fiesta tradicional vasca. Extrañado volví a ver las cuatro banderas hizadas. Un chaval de diecinueve años observó mi sorpresa y me comentó " Es un baile muy bonito. Es una de nuestras danzas, y cada vez que lo veo, me enorgullezco de los siglos de historia que tenemos a nuestras espaldas y de la riqueza cultural de España, un crisol tan enorme..¿Verdad?" Sin responder, retomé mi paseo, y entonces pensé.
¿Es real lo que estoy viendo?. Por fin España se ha levantado unida, por fin se ven sonrisas en todas las caras y puedo hablar en español con un vasco o un catalán sin que me mire de soslayo.
Por fin ha llegado el momento en que la inteligencia ha triunfado, y en el que la cultura no se utiliza como pretexto político, si no como elemento identificador, que hace al español un hombre orgulloso de su tierra.
Pero,en tonces me levanté, y miré por la ventana. A través de ese cristal empañado volví a ver la desunión, la tristeza y el odio creciente. Volví a ver esa España que nadie desea, y por eso decidí contárselo a ustedes, para que, como yo, sueñen con una España distinta: la España de todos.