Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Cuento
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Cuento
Categoría: Románticos

LA NOCHE QUE ENCONTRÉ A LINDA

Mejores son dos que uno;
porque tienen mejor paga
de su trabajo.
Porque si cayeren, el uno
levantará a su compañero;
pero ¡ay del solo!que cuando
cayere, no habrá segundo
que lo levante.
Eclesiastés 4:9-10

¡Allí estaba la jauría de perros callejeros, lujuriosos detrás de la pobre perra Florencia,
quien apretaba su rabo para salvaguardar la prenda de honor!

Se había extraviado en la noche, perrita de raza, blanca, peluda y con un lunar negro en su frente, temblaba ante las mirada rabiosas de aquellos indecentes galanes que caminaban por las calles pasando por la piedra a cuantas indefensas caninas encontraban en sus noches de orgías, en las calles silenciosas de aquella pequeña ciudad.

¡Fuera!¡Fuera!, perros del demonio, callejeros inmundos...¡Maldito sea!... dejen a esa perrita en paz... gritaba amenazante, con un tubo en la mano derecha, aquel borracho que apenas podía
sostenerse...¡Hijos de puta! Se acabó la fiesta...

Los canes corrían calle abajo, mientras las botellas se hacían pedazos al mínimo contacto con la carretera... El borraco miró dulcemente a Florencia...

__¡Anda, amor... vete a tu casa... ya pasó el peligro...

Florencia lo miró fijamente, todavía apretando su trasero contra la carretera, y pareció soltar una lágrima de agradecimiento...

Ebrio como nunca antes, aquella sombra de hombre extrajo un litro de ron del bolsillo trasero... y dejó que aquel líquido corriera por su boca, bajara por su garganta y quemará su estómago...

___¡Qué rico!, ahhhhhhhhh... Dios tenga en la gloria al que inventó esta delicia... coño,¡Qué rico!... casi cayendo al piso volvió a colocar aquella divina bebida, como decía, en su bolsillo. Miró a la perrita y le guiñó el ojo... que pena que eres una perra... pero eres linda, mi amor...

Aquella alma en pena continuó su marcha y la perrita le siguió...

La noche estaba muy nublada, el silencio se comió la noche, los insectos estaban en huelga, no cantaban, las estrellas estaban gozando y finas gotas de lluvia comenzaban a caer...

Críspolo se refugió en una tienda... cerca del callejón que conducía a su casa...

__¡Oye, atómico, borracho del diablo, dame un cigarrillo... exclamó una mujer que estaba sobre unos cartones, acostada, sucia, despeinada...

Críspolo buscó, miró a la perra que lo había seguido y dejó escapar con sorpresa algunas palabras...

__¡No joda, tu no puedes hablar!... eres una perra y las perras ni fuman ni hablan...

__¡Mira, pendejo de madre!... volvió a exclamar la mujer... yo soy quien te pide un cigarrillo... so
cabrón... eres loco o te haces el sordo para no darme una fumaita... dame un cigarrillo y hacemos el amor hasta que amanezca...

Entonces, por vez privera la mirada de Críspolo chocó con la mirada de Linda. Una pequeña bombilla reflejaba la luz en el rostro de aquella mujer... sus ojos brillaban... lindos ojos, hermosos, verdes...chulos... hechiceros...

Casi cayéndose, el hombre se acercó, extendió su mano y la ayudó a levantar... entonces sacó un cigarrillo y se lo puso en la boca... sacó una caja de fósforos, encendió uno, lo dirigió hacia la boca de linda... iluminó sus ojos... encedió
el cigarrillo...

El ebrio siguió dando pasos en falso por el callejón,
detrás iba Florencia y Linda...

La lluvia caía, el silencio se comía la noche, los gritos, los gemidos... la lluvia caía más fuerte, corría el agua por las aceras... soplaba el frío arropado por la brisa, los rayos surcaban la ciudad y aquellas tres almas caminaban sin saber que aquella noche, el destino
los había hecho encontrar de nuevo...

Cuando Críspolo llegó a su casa... una mansión hermosa, protegida por rejas, cámaras y dos enormes perros guardianes que comenzaban a ladrar.

Y la luz se comió la oscuridad, y las ventanas se abrieron poco a poco, y la vieja Enriqueta dejaba ver su rostro...

__ ¡Mira, borracho del demonio!... ¡vete!, saca esa puta de mi propiedad...


Pero Críspolo era ciego, sordo y mudo...no respetaba ni temía a su madre... de todas maneras aquella era su casa, producto de su trabajo, de sus años de lucha cuando era un cirujano respetado por todos...

Se acercó a Florencia, la tomó en sus brazos y mirando a Linda a sus ojos...¡entra amor, no le hagas caso a la bruja de mi madre...

Caminó a través del pasillo de la amplia casa.
Mantenía a Florencia y guiaba por un brazo
a aquella mujer pestilente, ebria, sucia... pero que tenía unos ojos....ay... ay, ¡qué ojos!

La mañana llegó en puntillas, los rayos del sol penetraban por la alcoba de Críspolo, sobre la amplia cama tirada, con sus piernas abiertas, limpia, con una hermosa bata y su pelo largo, negro dormía Linda...

En la sala, sobre el sofá descansaba el cuerpo de aquel hombre que había desmotrado en su borrachera un gran amor... y cerca de él, Florencia roncaba, dándose buena vida, protegida de los canes lujuriosos...

La vieja se había ido temprano a la iglesia. Comenzaba un nuevo día... Críspolo entró a la cocina, preparó café, pan, huevos, un desayuno soculento... preparó la mesa... caminó al cuarto,
contempló a Linda... movió su cabeza... era linda de verdad... la tocó suavemente... y la
despertó...

Y por primera vez, aquella damita supo lo que era
respeto, delicadeza, compasión... supo lo que era amor...

Y desayunaron juntos, y Florencia también comió.
Los tres salieron de la casa. Por primera vez, se montó en su auto decente... no hablaron en todo el camino, sólo dieron vueltas y vueltas...

Llegó la tarde y los sorprendió frente al mar...
Críspolo la tomó de las manos, tomó su pelo, lo colocó con dulzura y la besó suave, tierna y dulcemente...

Ambos se abrazaron fuerte, lloraron...

Y la brisa soplo del mar, y la noche miraba al día como fiera que pronto lo devoraría, y Florencia jugaba con un lindo perrito de otra pareja, levantaba su rabo, coqueteaba, lo deseaba...

Y Críspolo volvió a mirar a Linda...y dejó escpara aquellas palabras:

__Volvamos a casa esposa mía... vamos a empezar de nuevo, ahora nadie nos volverá a separar, nadie, amor de mi vida...

Y ambos se confundieron en un beso...

Fin
Datos del Cuento
  • Categoría: Románticos
  • Media: 4.81
  • Votos: 36
  • Envios: 2
  • Lecturas: 8762
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 18.191.215.202

1 comentarios. Página 1 de 1
Lilith
invitado-Lilith 30-10-2003 00:00:00

está muy bien escrito, de verdad me gusto. tiene un final inesperado, cool!! ;)

Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Cuentos: 21.638
»Autores Activos: 155
»Total Comentarios: 11.741
»Total Votos: 908.509
»Total Envios 41.629
»Total Lecturas 55.582.033